PRÓLOGO - ESCENA DE LA NOVELA

2.4K 45 9
                                    

Mia y Miguel caminaban abrazados por los pasillos del EWS, dándose besos y cariño, ansiosos por su viaje, o más bien, Mia estaba emocionada y Miguel estaba nervioso.

Por la cabeza de él solo pasaba la pregunta de "¿Cómo reaccionará Mia al conocer la verdad?" El quería creer que su amor era tan fuerte que podría superar lo que sea, hasta su error, su maldito error.

Pero ese miedo de perderla no salía de su mente, era lo que lo desvelaba por la noches y lo despertaba llorando de madrugada, angustiado de perderla, daba gracias a Dios de que Santos estaba ahí para calmarlo un poco. También debía darle las gracias a Roberta y a Diego, que pensaron en este viaje, tenía que sacar a Mia del colegio, alejarla de todos, ya que se tenía que enterar de toda la verdad por él y solo por él.

El sabía que le iba romper el corazón, pero en este viaje le iba a demostrar que ella era su vida, la chica de sus sueños y que solo la amaba a ella. Esperaba poder lograrlo. No podía vivir sin ella.

—Oye que tontos, o sea, imagínate que hubieramos llegado al aeropuerto sin boletos y yo sin mi maleta —dijo Mia

—Pero... ¿Y donde están tus boletos y donde está tu maleta? —preguntó Miguel

—Mira, en mi cuarto, ahorita vengo, los voy a recoger. —respondió con cara de bebé mientras se alejaba de Miguel a buscar sus cosas.

—Oye espérate... —dijo haciendo que Mia se devolviera para darle un beso.

Como amaba besarla, tenerla entre sus brazos y decir que "ella es solo mia".

—Un beso para que no me estrañes.

—Te espero

Miguel se sentó en una de las sillas del pasillo con su mochila para esperarla. Bajó la cabeza y se pasó la mano por la cara, preocupado de su futuro con Mia. Todavía recordaba esa mañana, cuando se despertó en la oficina de Sabrina, sin ropa y con Sabrina entre sus brazos, se sintió como una basura, no recordaba bien lo que había pasado, habían bebido y se habían besado, pero todo lo demás era muy confuso.

Y se sintió peor cuando llegó al colegio y la primera que lo estaba esperando era Mia, con su mirada de amor y confianza total. Cuando le preguntó de por que tenía la misma ropa del día anterior, con una inocencia muy particular de Mia, fue el punto donde no pudo soportar más y le salieron lágrimas de sus ojos, abrazándola, con una "abrazo del oso" como dice Mia, pidiéndole que no lo soltara y diciéndole cuanto la amaba, porque en ese momento se había dado cuenta de lo que había hecho, a quien había engañado y del gran error que había cometido.

Mia va caminando hacía su habitación, feliz y más enamorada que nunca, sabía que este era el viaje que Miguel y ella necesitaban, alejados de colegio y de todos, para que sean solo el y ella. Por fin se iba a entregar plenamente al amor, sin miedo y sin preocupaciones. Iban a dejar atrás aquella noche cuando estaban en el departamento de Diego, no sabía porque Miguel se había negado y se había alejado de ella. Pero todo eso iba a formar parte del pasado. Estaba segura de que la Mia que se iba a ir de viaje no iba a ser la misma que regresaría.

Entró al cuarto sigilosamente para no hacer ruido, no quería que Sol se diera cuenta de que se iba a escapar e hiciera un escándalo, pero se detiene a escuchar a Vico y a Celina que están hablando en el piso de arriba.

—En serio Celina, este viaje es lo mejor para Mia. Te lo juro. —dijo Vico

—No quiero que me lo jures Vico. De verdad, no puedo confiar en eso. —dijo Celina

—A ver Celina... ¿Qué parte no estas entendiendo?

—Vico, la parte que no estoy entiendo es que deberíamos decirle a Mia que Miguel se acostó con Sabrina.

—¿QUEEEEE????? —gritó Mia

Mia salió corriendo de su habitación, dejando a Vico y a Celina concientes de lo que había pasado. Mia había descubierto la verdad.

Mia no podía creer lo que había escuchado, Miguel nunca la traicionaría, era de su príncipe rojo que estabamos hablando por Dios.

Pero luego recordó ese día cuando llegó con la misma ropa del día anterior diciéndole con lágrimas que la amaba, el porque últimamente cuando Sabrina iba al colegio Miguel se ponía tan nervioso, la insistencia de Roberta y Diego de que hicieran el viaje, las últimas palabras de Roberta “No permitas que nadie se interponga en su amor”, lo que Vico le estaba ocultando, las miradas de todos hacía ella y muchas cosas más.

Y entonces todo cobró sentido. Miguel la había engañado. Se había acostado con Sabrina. Y todo su mundo se derrumbó.

Miguel esperaba a Mia y en eso llegó Diego.

—Oye Miguel, que onda, pensé que ya es habían ido. —dijo Diego

—Lo que pasa es que a Mia se le olvidaron los boletos y fue por su mochila.

—Oye y... ¿Estás seguro? O sea... ¿Si se lo vas a decir? ¿No lo vas a dudar??

—Mira, yo siento y yo veo a Mia que está más madura...., y pues la neta yo le quiero demostrar que yo la amo wey.... y que ella es realmente la única mujer que yo quiero.

—Pues suerte —dijo parándose de su asiento con Miguel y dándose  un abrazo de amigos chocando las espaldas con las manos, —Suerte mi rey.

Mia llegó con lágrimas en los ojos y una cara de dolor que Miguel nunca había visto antes.

—Miguel...

—¿Ya tienes todo mi amor? —preguntó Miguel.

Mia lo miró y no podía creer lo que le había hecho, el engaño, las mentiras...

Dolor, rabia, impotencia y un mar de sentimientos pasó por su cabeza y en ese momento lo miró por dos segundos, que para ella fueron una eternidad, dándose cuenta de quien la había engañado, quien le había prometido amor eterno en una isla y quien había jurado esperar a que ella estuviera lista para dar el siguiente paso.

Que tonta, idiota y estúpida había sido.

Por eso, con toda su rabia y fuerza, le propina una certera y buena bofetada. Miguel con cara de sorprendido le pregunta que le pasa, y ella se da cuenta de que una bofetada no era suficiente, por eso le da otra y comienza a golpearlo y a tratar de sacar toda su rabia y dolor.

—No me toques y no te atrevas a seguirme —gritó Mía con lágrimas en los ojos.

Y se va llorando dejando a Miguel y a Diego perplejos.

En ese momento Miguel de dio cuenta de que su mayor temor se había hecho realidad, Mia había descubierto la verdad.

No sabía que hacer, todo se volvió negro, escuchó a Diego cuando le dijo "Suerte", pero no le contestó, no podía, no le salían palabras. Entendió que lo que su maldito error le había costado. Y todo su mundo se derrumbó.

Mi Maldito Error - Mia y Miguel RBDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora