11

1.4K 129 23
                                        

𝕽| 𝒄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝕽| 𝒄. ₀₁₁
—𝓒.𝓑─

Me encontraba en la sala común junto a Draco, Blaise, Pansy y Theo, esperando el inicio de la clase de pociones. Habíamos perdido algunos minutos y Snape aún no había llegado. Algunos alumnos que no compartían nuestra suerte de tener la sala común en las mazmorras aguardaban afuera del aula. Nos tocaba una clase de pociones doble con Gryffindor, por lo que hacía lo posible por mantener a Draco lo suficientemente lejos para no molestar a Harry, un desafío complicado dada la presencia de Pansy entre nosotros.

Rita Skeeter finalmente llevó a cabo su plan de atacar a Hermione a través de la revista "Corazón de Bruja". Sorprendentemente, parecía que Hermione no tenía la menor idea, ya que la vi comportarse completamente normal durante el desayuno de hoy.

Como de costumbre, nuestra pequeña disputa con Malfoy se resolvió en cuestión de horas.

—Le diré a mi padre —bromeé imitando a Draco, exagerando mi voz y rodando los ojos de manera cómica.

—No hablo de esa manera... —se quejó, chocando nuestros hombros de forma juguetona. Lo observé durante unos segundos, ambos sonriendo, hasta que entonces...

—"Se ven perfectos así, tómala ya" —oí susurrar a Pansy, lo cual me hizo retroceder rápidamente al recordar algo.

Blaise pasaba la mayor parte de su tiempo tomando fotografías, lo cual me recordaba a aquel niño que, según se dice, perseguía a Harry por todo el castillo, pidiéndole fotos autografiadas.

—Sonríe, Draco —exclamé, abrazándolo de improviso.

Un destello repentino nos cegó por un momento, pero al recobrar la vista, vimos a Blaise y Pansy riendo mientras sostenían una cámara instantánea.

—Camila, perfecta; Draco... —Pansy dijo en tono de broma mientras miraba la foto. Luego hizo una mueca y nos pasó la fotografía en movimiento.

En ese instante, algo especial pareció llenar el aire, y mi corazón latió con fuerza, dejándome intrigada. La sonrisa de Draco en la foto era diferente, única, como si estuviera destinada solo para mí. Sus ojos grises, que tantas veces había admirado, ahora me miraban de manera distinta. Sentí un cosquilleo en el estómago y una complicidad entre nosotros se hizo evidente.

Por un instante, me perdí en sus ojos y me di cuenta de que siempre había habido algo más entre nosotros, algo que nunca había notado. Pero, al final, sacudí la cabeza ligeramente, tratando de disipar esos pensamientos inesperados.

Regresando a la realidad, recorrí la fotografía con las yemas de los dedos y dije—: La quiero —demandé, arrebatándosela de las manos y contemplándola durante unos instantes—. Yo la tomé primero —añadí rápidamente cuando Draco se quejó y trató de quitármela.

—Pero te la gané —protestó, notoriamente ofendido.

Mis emociones, confusas y enredadas, se hicieron más evidentes mientras sostenía esa instantánea en mis manos, una imagen que parecía contener mucho más de lo que mi mente podía comprender en ese momento.

Realities | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora