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—𝓒.𝓑─

Cuando la Víspera de Navidad llegó a la mansión Bellerose, llenó el ambiente con una alegría y paz tan singular que solo estas épocas del año pueden generar. Los recuerdos de la infancia se convirtieron en un detonador esencial en la familia, y mis tíos no dejaron pasar la oportunidad de compartir anécdotas y reír con ternura ante la inocencia que solíamos tener en ciertas edades. La nostalgia envolvía cada rincón de la casa, y aunque el tiempo había transcurrido y las circunstancias habían cambiado, en ese momento parecía que el espíritu navideño había traído consigo una conexión profunda y eterna entre todos nosotros.

—Hemos pasado por tanto, y sin embargo, aquí nos encontramos: reunidos para recibir un nuevo año y disfrutar de estas encantadoras fechas con quienes más amamos —dijo Nikolai, alzando su copa hacia el centro de la mesa—. Un brindis por...

—¡Nik, aún no es Nochebuena! —intervino Kendra rápidamente, notándose ofendida por su error y con un toque de humor en su tono.

Era evidente que los Archibald realmente adoraban la Navidad, y no los culpaba. ¿Quién no podía disfrutar de un buen chocolate caliente en contraste con estas frías épocas? El invierno tenía ese toque particular cuando se trataba de Navidad; esa energía abrazadora te llenaba de un sentimiento único en el mundo. Eran tiempos hermosos para pasar en familia, y estaba agradecida de que, aunque mi vida se sintiera como un completo desastre, tenía personas que se preocupaban por mí y me brindaban su apoyo en momentos difíciles.

—Pero quiero brindar por la...

Familia —completó mi madre, haciendo una imitación bastante pobre de él. Todos en la mesa rieron—. Últimamente recuerdo tus palabras, Nik.

—¿Cuáles? —preguntó su mellizo con curiosidad. Recargando su peso sobre los codos.

—La familia es poder.

Una pequeña sonrisita se formó en su rostro, más gentil que otras veces. Tras dar un sorbo a su copa de vino, decidió responderle.

—Porque lo es —afirmó, inclinando la cabeza—. La familia es nuestra mayor fortaleza; el amor, la lealtad, eso es poder. Eso te ofrece una familia.

—Oh Nik, te escuché decir eso toda mi vida que hasta en sueños lo oigo —bromeó Kendra, poniendo los ojos en blanco— pero tienes mucha razón, hermano; la unión y el singular lazo que compartimos ha sido clave para vencer cada adversidad que amenazó con destruirnos.

—Brindemos por nuestra familia —propuso mi padre entonces, levantándose de su silla y llevando su copa hacia el centro— Que, a pesar de los altibajos, permanece unida hoy más que nunca.

Era un momento ameno, del que estaba segura que añoraría cuando acabe. Valoraba el esfuerzo que cada uno hacía por pretender que nuestras vidas no estaban a punto de desmoronarse. Ellos realmente se esforzaron por crear un ambiente hermoso para mí. Cada uno de ellos.

Realities | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora