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—𝓒.𝓑─

—Camila Bellerose, Camila Bellerose... Gismey necesita que despierte.

Mis ojos se fueron abriendo lentamente a medida que el toque delicado pero desesperado de la elfina se hacía cada vez más intenso.

¿Qué estaba sucediendo?

La fugaz idea que tuve, pensando que algo malo sucedió con mis padres me obligó a reaccionar.

—¿Gismey? —balbuceé llevando mis manos hacia mis ojos y restregándolos con fuerza, la imagen de la elfina se fue haciendo clara al instante. Sus ojos saltones deslumbraban a pesar de la oscuridad de mi habitación, mientras que finas lágrimas caían por su rostro que parecía una pasa.

—Gismey lamenta tener que despertar a la señorita... pero los señores Archibald están en el vestíbulo y los anfitriones temporales no se encuentran en la residencia aún... la señora Alva solicita verla con urgencia —anunció la elfina con dificultad, debido a que se encontraba aterrada y temblorosa.

¿Y esos quiénes eran?

—¿Alva? —repetí confundida con el ceño fruncido.

Estaba bastante segura de que mis padres no esperaban visitas, mucho menos los Malfoy, por lo que seguí mirándola con confusión.

—Tu abuela —oí que Draco respondía a mi lado con la voz soñolienta.

Di vuelta hacia él, y noté como se sentaba torpemente sobre la cama, llevando la cabeza hacia atrás y suspirando. Mis ojos divagaron sin descaro alguno su apariencia matutina, recordando nunca haberlo hecho antes con detenimiento. Su mirada parecía perderse con facilidad ante cualquier detalle que sus ojos percibieran, y notables bolsitas bajo ellas lo hacían ver cansado, probablemente porque se acostó tarde.

—¿Mi abuela? —inquirí regresando en mí.

Nunca había oído hablar de mis abuelos, y ni siquiera me había detenido a pensar en ellos en algún punto de mi estadía con mis padres. No lo encontraba relevante y hasta entonces, probablemente hubiera pensado que estaban muertos.

—Gismey tiene que irse —dijo la elfina, y sin más, desapareció con el chasquido de sus dedos, dejándome llena de preguntas.

Mis abuelos se hallaban en casa. ¿Cómo se supone que debería actuar? ¿Son como las típicas familias antiguas sangre pura?

No permití que mi mente se hiciera más preguntas, por lo que sequé mis manos contra mi regazo y solté un bufido.

—¿Eso es malo? —pregunté volteando a ver a Draco, quien parecía ya haber despertado por completo.

—Sólo no vistas como muggle.

Dicho esto, se levantó de la cama y salió de mi habitación sin permitirme responder algo.

Realities | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora