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—𝓒.𝓑─

—Vámonos —susurró Draco, tirando de mi túnica antes de que el mortífago pudiera levantarse del suelo— Tumba a cuantos puedas. No utilices maldiciones —pidió cuando vimos las túnicas de otros dos.

—Quizá hayan salido al vestíbulo —dijo una voz áspera.

—Mira debajo de las mesas —sugirió otra voz.

Los mortífagos doblaron las rodillas, entonces una varita salió de debajo de la mesa y una voz gritó—: ¡DESMAIUS!

Un haz de luz roja dio contra el mortífago que tenía más cerca; éste cayó hacia atrás, chocó contra un reloj de pie y lo derribó. El segundo mortífago, sin embargo, se había apartado de un salto para esquivar el hechizo de Harry y apuntaba con su varita a Hermione, que salía arrastrándose de debajo de la mesa para poder apuntar mejor.

—¡Avada...!

Entonces Draco se lanzó por el suelo y agarró por las rodillas al mortífago, que perdió el equilibrio y no pudo apuntar a Hermione. Neville volcó una mesa con las prisas por ayudar, y apuntando con furia al mortífago que forcejeaba con Harry, gritó:

—¡EXPELLIARMUS!

La varita de Harry y la del mortífago saltaron de sus manos y fueron volando hacia la entrada de la Sala de las Profecías; Harry y su oponente se pusieron en pie y corrieron tras ellas; el mortífago iba delante, pero Harry le pisaba los talones, y Neville iba detrás, horrorizado por lo que acababa de hacer. Entonces el otro mortífago se levantó confundido, sacando su varita y apuntando a Draco.

—¡¿Cuál es tu problema?! —ladró amenazante. La escena era compleja, pues Hermione, quien vio todo no sabía cómo reaccionar. Sin embargo, una idea peligrosa se cruzó por mi cabeza cuando recordé las órdenes de Lucius.

—¿Cómo te atreves a alzarle la voz así a mi esposo?

La voz que emití me sorprendió tanto como a los presentes, pues incluso el tono que ejercí fue tan parecido al de Josephine que el mortífago retrocedió con temor.

—Señora Bellerose, yo creí que sólo Nathaniel...

—¿Que sólo Nathaniel qué? Estoy autorizada de estar aquí, el Señor Oscuro me envió junto a mi marido. —mascullé, acercando mi varita peligrosamente a su cuello—. ¡Ahora lárgate hacia otra dirección si no quieres que hable con él!

El mortífago salió por un lugar donde tanto Harry o Neville no cruzaron, y cuando Draco terminó de asegurarse que no se encontrara uno cerca, suspiró aliviado.

—Sal de aquí antes de que sea tarde. Eviten a Anthonin Dolohov. —le pedí en mi mayor esfuerzo por seguir hablando como mi madre, pero ella pareció no entender—. ¡Vete ya!

Realities | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora