53

574 54 27
                                    

𝕽| 𝒄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝕽| 𝒄. ₀₅₃
—𝓒.𝓑─

Tomando la mano de Draco, comenzamos a caminar a través del amplio patio, el cual conducía hacia una zona que no había explorado del todo en mis días aquí, ya que mamá me lo había prohibido rotundamente. No iba a negarlo, me sentía bastante nerviosa. Ambos sabíamos a qué iba a llevar esta linda noche, y siendo honesta, mis sentimientos eran confusos.

Me sentía feliz, pero a la vez, muy asustada, y no precisamente por lo que sucedería más adelante, sino por lo que el futuro me deparaba. Me preguntaba si Draco aún me querría si llegara a descubrir la verdad acerca de mí, las cosas que oculta un rostro como el mío, los secretos que mi familia guarda.

¿Me aceptaría, incluso si soy diferente al resto?

Mis pensamientos se nublaron ante la naturaleza y la magia en su máximo esplendor en ese lugar. Un camino amplio de setos que formaban una especie de túnel nos recibió, y desde arriba, tiras de destellos dorados descendían hasta cierta altura, rozando la cabeza de Draco. Continuando hacia adentro, un sendero de velas nos guió a otro lugar.

—¿Planeaste todo esto? —pregunté sorprendida, a lo que Draco se encogió de hombros.

—Tal vez le pedí un poco de ayuda a Pansy, ya sabes, para que pueda persuadir a tu madre —confesó en voz baja. Las pequeñas dudas que tenía durante estos días tomaron sentido entonces.

—¡Por eso pasaba horas aquí! —recordé, golpeando mi frente con la palma al hacer memoria de días atrás. Pansy no dejaba de visitar mi casa y luego desaparecer por horas. Aunque, ayudaba el hecho de que su madre sea organizadora de este tipo de eventos, pues creí que venía a ayudarle.

Draco rio por lo bajo, entrelazando nuestros dedos mientras continuábamos caminando hacia quién sabe dónde. Me sorprendía la gran inversión que mi familia había hecho para este evento, pero sobre todo, admiraba el impecable trabajo de la señora Parkinson y cómo logró reflejar a la perfección lo que mi madre buscaba para esta noche. Incluso los árboles lucían hermosos con todas esas luces encima.

—¿A dónde me llevas? ¿Ibas en serio con eso del arbusto? —bromeé, recibiendo un apretón de manos como respuesta.

Draco se detuvo por un momento, mirándome con una expresión fingida de indignación.

—¿Crees que te llevaría detrás de un arbusto para...? —pero entonces cambió su expresión y me miró con complicidad—. No soy tan vulgar, ¿sabes? —continuó guiándome a través del lugar.

—¡Ya lo sé! —reí ante su fingida molestia y le dejé un beso en la mejilla—. ¿Preparaste una cena bajo la luz de la luna? —pregunté, cambiando de tema.

Draco alzó una ceja con una sonrisa pícara y se encogió de hombros—. No lo sabrás hasta que lleguemos —respondió, disfrutando claramente de mi reacción llena de curiosidad.

Realities | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora