¿Por qué tú?/ Yoonkook

Sangre, sudor y lágrimas

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El pálido giro su cabeza para poder ver al pelinegro, un sollozo escapo de su boca, no podía estar pasando, lo que más temía que pasará estaba pasando y eso le dolía, lo hacía querer hundirse en su mismo dolor y miseria. Ver ahí al pelinegro con su rostro decaído, sus manos echas puños a sus costados, con las lágrimas bajando silenciosas por su recaído rostro; el pálido se sentía una mierda, quería correr a él pero sabía que no debía hacerlo, el daño ya estaba hecho y no había vuelta atras.

-¡Contéstame!- gritó aún con las lágrimas bajando por sus ojos, acercandose cada vez más al pálido- ¡Te estoy hablando!, ¡Quiero que me contestes!- lo empujó con sus pocas fuerzas, haciendo que el pálido cerrará sus párpados con fuerza, sintiendo su interior quemar; no quería hablar.

-L-lo siento- fue lo único que dijo después de unos torturosos segundos, sabía muy bien que el pelinegro ya sabía lo que habían dicho, sus gritos eran demasiado obvios, pero el pelinegro quería escucharlo del pálido, quería que le dijera en su cara que el tenía que ver con todo le estaba pasando, quería que el pálido confiara en él, pero vio que se equivocó.

Una fuerte bofetada fue lo que recibió el pálido haciendo que su cabeza se moviera de lado con fuerza, apretó sus parpados con fuerza y sus manos hechas puños se hicieron más blancas y pálidas por la fuerza ejercida en éstas.

-¡¿Cómo te atreves hacer esto?!- otra bofetada en la mejilla del pálido haciendo que está se ponga roja- ¡¿Cómo pudiste?!- lo empuja haciendo que el pálido pegue su espalda a la pared. El pelinegro quiere matarlo, o no, solo quiere gritarle porque le duele, y no solo el hecho de que le haya mentido todo ese tiempo si no que no se lo haya dicho antes, que no le tenga confianza, tan ciego como siempre que nunca se dio cuenta y eso le duele- ¡Por tú culpa Taehyung está ahí, luchando contra la vida y la muerte!, ¡Por tú culpa se llevaron a MI hijo!, ¡Por tú culpa alejaron a Hoseok de Taehyung!, ¡Por tú culpa Seokjin está en peligro teniendo a un bebé en su interior!, ¡Maldito!- le empezó a dar de puñetazos en su pecho, sollozando con fuerza y es que ver ahí a su mejor amigo, a la persona que perdería hasta la vida por él, hecho mierda lo ponía mal, lo ponía impotente y no hacer nada lo estaba carcomiendo vivo. Aún más por el hecho de que el pálido le había mentido, le había visto la cara y él como idiota jamás lo vio, jamás se dio cuenta. Saber que su hijo estaba en las manos equivocadas hacía que quisiera morir, porque su hijo era importante para él, era su tesoro que saber que lo tenía ese Señor lo hacía arder en coraje y enojo- ¡Te odio!, ¡T-Te odio!, ¡Es tu culpa!, ¡T-tú culpa!- dejo de pegarle para solo agarrar con fuerza su playera negra sollozando con la misma intensidad.

El pálido no hizo nada, sabía que se lo merecía, eso y más por parte del pelinegro, solo dejaba salir sus lágrimas, quemando su ser, él tenía la culpa o tal vez no, tal vez había una explicación que el pelinegro tenía que saber, la había. El moreno limpió sus mejillas y trató de alejar al pelinegro del pálido pero esté se negaba, se negaba a dejar en paz al pálido, simplemente no podía, estaba dolido.

-Ya basta- susurro tomandolo de la cintura para alejarlo pero el pelinegro se aferraba más a la playera del pálido y esté no hacía nada más que llorar en un rotundo silencio- ¡Ya basta!- lo apartó de una, haciendo que el pelinegro soltara en llanto, aferrandose ahora a su hermano, gimiendo de dolor, tristeza, enojo, frustración y cien mil millones de emociones juntas que lo estaban volviendo loco, haciendo que el aire empezará a faltar en sus pulmones.

-Él t-tiene la c-culpa, la t-tiene- escondió su rostro en el pecho del moreno quién de igual forma se aferro al pelinegro, ambos tan rotos que compartían el mismo sentimiento- Solo...solo quiero a mí b-bebé de v-vuelta- sollozo sintiendo su corazón dejar de latir, muriendo ahí mismo, sin una esperanza más de vida, ¿Cuánto iba a doler?, ¿Cuánto tendría que soportar para ser feliz a lado de alguien que se empeñaba en dañarlo con cada mínima mentira?, ya no podía, simplemente ya no tenía las fuerzas para seguir.