Me estire en la cama, note un brazo sobre mi abdomen, el dolor de cabeza no hizo falta.
— ¿te podes quedar quieta? — se quejó Tomás.
— cerra el orto y deja de roncar porfa — estaba por quedarme dormida de nuevo pero mí celular empezó a sonar. — la re puta madre — me quejé, abrí un ojo y agarré el celular.
— ¿Piccola dónde estás? el conductor te está esperando afuera de tu casa — (imaginen que habla italiano) habló enojado, me había olvidado.
Anoche la joda se partió en buenasa y re colgue.
— uh paaa, me re olvidé, estoy en la casa de mis amigos te mando la dirección y que venga acá — Tomás se movió incómodo y suspiró.
— está bien — cortó y abrí WhatsApp para pasarle la dirección en tiempo real.
— Azul, ¿ya te vas? — abrió un ojo.
— sí, ahora me vienen a buscar — sonreí levantandome, me cebaba ver a mis hermanos y a mí papá.
— no te vayas reina — susurró triste, me giré y lo abracé.
— voy a volver en dos semanas máximo, en ese tiempo te podes ir a garchar con Julieta — brome, Tomás me miró serio.
— no quiero ir a garchar con ella, quiero garchar con vos — rei, me cuesta creerle.
— aunque me regales diez mil cosas, todavía me acuerdo de todo lo que tuve que perdonarte — le sonreí, Tomás se puso serio y miró para otro lado.
Me levanté, guardé mis últimas cosas, preparé mi mochila con la laptop, los cargadores, una botella de agua, los lentes de sol, la billetera, el pasaporte, una muda de ropa y dejé todo sobre la mesa.
— nenaa — sentí la voz ronca de Sofi, estaba terminando de preparar el equipo de mate.
— gorda, ¿qué hace' levantada tan temprano boludita? — reí, estaba con terribles ojeras.
— te quería despedir, te voy a extrañar — me hizo puchero mientras se sentaba en la isla.
— tranki palanqui gilaaa, solo me voy dos semanitas, re chill — la abracé, su pancita empezaba a notarse de apoco y me daba muchísima ternura. — además voy a comprarle mucha ropita a mí diablitooo — le toqué la pancita.
— ¿pero cómo querés que sobreviva dos semanas con los orangutanes estos? — apoyó la cabeza sobre su mano.
Cuando termine de preparar todo bajaron los chicos.
— ¿pensaste que te iría' sin despedirte de nosotros gila? — pregunto indignado Mauro.
— ¿cómo vas a pensar eso gordo gil? — rei y lo abracé, detrás estaban Sebas, Ale y Tomi con terribles caras de demacrados — sí los viera así mientras voy caminado por la calle me cambio de vereda, colta — abrace a los tres, que solo me sacaron fackiu.
— mucho no podes hablar vos — la voz ronca de Tomi me mató.
— no se que van a hacer sin mí — rei mirándolos, se estaban por quedar dormidos casi, los cinco sentados en la isla mirándome.
— vamo a pasar de gira veinticuatro siete — reímos, bueno, me reí, se escuchó más mi risa.
— ¿no podes reírte más bajito? — metió la cabeza entre sus manos.
— perdón — me senté y empezamos a tomar mates hasta que me llego un mensaje de mi viejo diciendo que me esperaban afuera.
— me voy giles — sonreí triste, aunque sean dos semanas los iba a extrañar.
Me despedí de todos y salí de la casa con Tomi atrás.
— me habría gustado conocer a mí suegro — me hizo un puchero.
— ¿qué decís gato? si no somo' na' — negué sonriendo, Tomás me miró mal.
— ¿y lo de anoche gila? — puso su mano en mí cintura.
— fue un garche nama, Tomi me lastimaste, todavía no tengo confianza en vos — su mano salió de mí cintura.
— bueno, nos vemos — dejó un beso en mi frente y entro a la mansión.
×
bueno, volví
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🚬𝖖𝖚𝖎𝖑𝖔𝖒𝖇𝖔; 𝖈.𝖗.𝖔🚬 ||Editando||
FanfictionQuilombo: situación o asunto confuso, problemático o difícil de resolver.