(3) All I Want is You (Adrinette/LadyNoir) AU (+18)

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 35 ◦ °◦✯◦°◦.*

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«No quería llevar a nadie más que a Marinette a casa»

Adrien se admitió a sí mismo, mientras jalaba a la extraña por las escaleras y abría la puerta de su departamento, empujando a la chica al interior y pateando la puerta para cerrarla.

Un jadeo escapó de los labios de la atractiva chica frente a él cuando la jaló a su habitación y la lanzó a su cama. La chica cayó a la suave cama, sin tener tiempo de recuperarse antes de que Adrien empezara a desvestirla. Pudo saber, por la respuesta que obtuvo de la chica, que no estaba acostumbrada a este tipo de comportamiento, pero no se quejó mientras se dejaba desvestir y se preparaba para algo que solo sería una pura y fuerte cogida.

En un intento por calmar el ritmo, la chica alzó la cabeza para besarlo, pero Adrien no la dejó y solo siguió retirándole la ropa, sin molestarse en tocar a su compañía. La chica falló en tratar de besarlo, así que alzó la mano hacia él para liberarlo de sus prendas, pero Adrien golpeó sus manos, y las colocó contra la cama, mirándola por primera vez durante la noche. Adrien estaba respirando pesadamente, casi tanto como su acompañante.

La chica era atractiva, delgada, algunas curvas y unos profundos ojos azules asomándose bajo las hebras castañas, casi negras.

Su agarre en las muñecas de la chica cedió antes de lentamente soltarla, retirándose de encima y recostándose con un profundo suspiro para calmar las náuseas que crecían en él, el perfume de esta chica era tan empalagoso que no lo soportaba, no se parecía en nada al aroma natural de Marinette, incluso el perfume dulzón que ahora usaba no le causaba arcadas, era todo lo contrario a decir verdad.

«No podía hacerlo. No podía convencerse de que podía hacer esto y disfrutarlo solo por el desquite corporal. Para empezar, no estaba ni excitado y se sentía asqueado por el aroma a vainilla que tenía la chica. Hace años, ese era uno de los perfumes que más le gustaban y ahora le causaba asco el solo olerlo. Todo lo que quería era ir tras Marinette, quien ya se había ido hace rato con Claude. »

Adrien no sabía si reír o llorar, y por ello no hizo nada.

«Ya no podía haber sexo sin amor. Sabía que no lo disfrutaría. Entonces, ¿podría haber amor sin sexo? ¿Eso era lo que Marinette necesitaba de él? »

La chica lentamente se sentó después de haber estado inmóvil por un rato.

—Um... ¿estás bien, gatito?

Adrien cerró los ojos y gruño sin gustarle que alguien aparte de Marinette le dijera así.

«Solo Marinette podía llamarlo así. »

—Largo.

—¿Qué? —la chica preguntó en tono gentil.

—Agarra tus cosas y vete. —Adrien aclaró y tras unos segundos de silencio, sintió que el peso en la cama se movía antes de que la chica se pusiera de pie.

—¿De verdad eres ESE Chat Noir? —preguntó, recogiendo su ropa del piso y vistiéndose. —No eres nada de lo que he escuchado. Se supone que este tipo es el dios del sexo o algo así.

—Vete a la mierda. —Musitó Adrien desde la cama.

—¿Entonces es cierto el rumor que te has enamorado de alguien? Que estas... ¿casado? —siguió con tono incrédulo mirando el anillo en su dedo anular. —Queen Bee dijo que has estado viviendo en celibato estos días, pero no quise creer.

—Vete-a-la-mierda. —Repitió Adrien y momentos después escuchó la puerta principal abrirse y cerrarse.

Silenciosamente se preguntó: «si habría podido superar esto, si aquella noche en su celda se hubiera acostado con Kagami... ¿Habría pasado por lo mismo si Kagami no lo hubiera detenido? ¿Él mismo se habría detenido? »