«Lunes otra vez. »
Había evitado encontrarse con Claude cuando debían estar almorzando y al final había comido sola, mirando continuamente el campus.
«Adrien no estaba a la vista. Típico. »
Marinette sabía que así sería. Sabía que hoy no vería al líder, y con su suerte el resto del día seguiría igual, con ella sin ver ni a Claude ni a Adrien, pero Marinette sabía a cuál de los dos prefería ver. Masajeó su desnudo dedo mientras iba a casa ese día. Muchas veces, después de haberle dado el anillo a Adrien, Marinette de pronto notaba que no estaba usándolo y su corazón saltaba hasta su garganta. Luego, se calmaba y recordaba que no lo había perdido, sino que lo había regresado.
«¿Qué había hecho? En medio de toda la ira había lanzado el objeto más importante que había tenido consigo desde prisión. Y para empeorar las cosas, le había gritado a Adrien que se fuera y que no volviera y que deseaba no haberlo conocido. ¿Por qué no tenía el número de Adrien? ¿Debería llamar a Bee? ¿Por qué Adrien ya no iba a molestarla o lastimarla? Adrien nunca hacía lo que le decía, entonces ¿por qué Adrien no podía ser desobediente ahora? »
Se arrepentía tanto de sus acciones. Quería recuperar su anillo y deshacer lo que dijo. Era cierto que sentía que Adrien solo había jugado con ella, porque si esto no era algún tipo de juego entonces ella también entendería las reglas, sin mencionar que podría tener el voto para decidir. Sin embargo, quería deshacer lo que dijo cuándo lo echó. No era culpa de Adrien que la hubieran visto con él. Por sí misma había logrado hacer un desastre de su vida al estar persiguiendo a Adrien.
«Por supuesto que Félix notaría si estaba rompiendo la única regla a la que habían acordado y que por eso iría a ponerla en su lugar. Adrien solo había estado en el campus, estrangulando a Claude, y había tenido el honor de ser culpable por todas las cosas que ella había hecho mal en su vida esa semana. »
Marinette suspiró pesadamente.
«Con suerte, Adrien estaría ahí mañana. Quería ir y buscarlo en los bares nuevamente, pero esa no era una buena idea después de haber hecho que Félix se enojara. ¿Quién sabe lo que haría el detective? Así que todo lo que podía hacer era esperar. Esperar y desear que Adrien se presentará, desear de la misma forma en la que lo había hecho durante semanas tras su liberación. »
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«Un nuevo día había empezado y estaba de camino a la universidad, otra vez. La semana pasada había sido un completo desastre. No había sido capaz de hacer nada, pero hoy las cosas serían diferentes. Hoy arreglaría lo que había hecho mal. Claude aún era un amigo, alguien con quien se conocía bastante bien y aun cuando Claude no había cometido ningún crimen o estado en prisión, él había aceptado todo solo por ser quien era. Tenía que regresar el favor, sin importar lo mucho que le doliera hacerlo. Aunque no debería estar ahí. No tenía asuntos en la ENS. Debería haber quedado en encontrarse con Claude en otro lugar, como en la tienda... »
Aparcando la motocicleta en la entrada de la universidad, Adrien se puso de pie, mirando el edificio frente a él.
«Claude tenía razón. Él seguía yendo ahí porque tenía la ligera esperanza de encontrarse con Marinette y eso hacía que el riesgo valiera la pena, aunque esperaba que ella no lo viera hoy... »
No esperó mucho hasta que Claude apareció en su campo visual. El chico había estado jugando tenis. Adrien alzó la mirada del bolso de tenis que su amigo siempre llevaba consigo, y cuando sus miradas chocaron, Claude se detuvo momentáneamente.
—Agreste. —Dijo yendo hacia él y deteniéndose a una distancia segura. —¿Qué haces aquí otra vez? —preguntó antes de sonreír malvadamente. —Heh, si estás aquí para ver a Marinette, entonces debes ir al salón de le...
—No estoy aquí para verla, hermano. —Adrien lo interrumpió y Claude lo miró, obviamente sorprendido de que no esté ahí para hacer las paces con Marinette después de lo de la última vez. —Estoy aquí para verte a ti.
—¿Debería preocuparme? —preguntó juguetonamente y Adrien logró dar una pequeña sonrisa.
—Estás a salvo por hoy. —Prometió.
—Entonces, si no estás aquí para estrangularme y no estás aquí para ver a Marinette, ¿por qué estás aquí? ¿Has venido a invitarme a almorzar? —bromeó Claude. —Aunque para mí sería el desayuno.
—Para mí también, pero no. No estoy..., no estoy aquí para eso. —Dijo Adrien y tragó en seco.
Claude arqueó una ceja, mirándolo de cerca, y Adrien supo que su amigo se había dado cuenta que algo pasaba.
—Cuídala. —Logró decir entre dientes. Ese pedido era algo que Claude no había visto venir.
—... Perdón, no escuche bien... ¿Qué?
Adrien apretó los dientes y las manos, haciendo que sus nudillos se pusieran blancos debajo de los guantes que siempre usaba cuando iba en la motocicleta y trato lo mejor posible de ocultar el cómo sus ojos se cristalizaron con las nuevas lagrimas formándose en sus orbes verdes.
—Dije, cuídala, imbécil.
—¿Qué te fumaste? —preguntó Claude, llegando a la conclusión que Adrien se había fumado algo bastante fuerte y había acabado con sus últimas neuronas, como para ir y decirle eso.
—Es de ti..., de quien ella se ha enamorado. Es a ti a quien quiere a su lado. Yo no puedo darle nada de lo que tú puedes. —Adrien se forzó a continuar. —Deja esa estúpida vida de casanova. Para siempre. Ninguna cogida se va a comparar con lo que..., tendrás con ella. Olvídate de tu orgullo de casanova, acaba con tu vida anterior, ella es todo lo que puedes desear después de conocerla.
Claude lo miró paralizado.
—¿La perdiste?
—Sí, la he perdido. —Respondió Adrien y el capitán de tenis quiso señalar que no era Marinette sobre lo que estaba preguntando. —Si juras que serás bueno con ella. Si prometes que nunca la lastimarás de la forma en la que... —Adrien tuvo que pausar. —...de la forma en la que yo lo hice. Si contigo será feliz, entonces te pido que la cuides desde ahora.
—Tú no eres así. —Señaló Claude y Adrien estuvo muy al tanto de ello.
—Lo sé. —Dijo. —Vete antes de que me arrepienta de lo que acabo de decir.
—¿Estás rindiéndote? ¿Estás renunciando a Marinette? —preguntó Claude, dando un paso más cerca, encontrándose con una mirada que nunca había visto antes en él. Incluso podía jurar que había atisbos de lágrimas.
—Como amigo, daré lo mejor de mí para aceptar el hecho de que ella te ha escogido. Y los felicitare de corazón si su relación evoluciona. —Dijo Adrien y tragó en seco.
—¿Escogerme... a mí? —preguntó.
—Ya la escuchaste. —Musitó. —Ella no quiere verme..., no quiere seguir con esto, pero tú..., tú le gustas.
Claude suspiró.
«Adrien no lo entendía, ¿no? »
—Ella siempre toma tu lugar. —Agregó el líder con un tono celoso. —La última vez dejó muy en claro que me odia.
—Es aterrador lo cerca que está la línea entre el amor y el odio, ¿no? —comentó Claude y Adrien no respondió.
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(3) All I Want is You (Adrinette/LadyNoir) AU (+18)
FanfictionSummary: Marinette finalmente ha salido de prisión con un amigo nada convencional y aunque Adrien ha roto su promesa por milésima vez, ella aun confía en él... Sin embargo un misterioso chico aparece en su vida listo para jugar el rol del príncipe a...