Arco 5 Capítulo 32

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-- Bien, ya hablé con un enano que está dispuesto a llevarnos hasta Erolkim en una hora -- dijo Jurguen -- Con un Cimión de plata bastará

-- De acuerdo -- dijo Arlett -- ¿Yo que hago mientras tanto?

-- Quédate aquí, estarás más segura, nunca se sabe dónde estarán esos cultistas, además ellos te quieren a ti, no a nosotros.

-- Mmm, de acuerdo, aunque me preguntó porque me quieren a mí, no tengo nada que les pueda dar a ellos, no lo sé.

-- Sí te soy sincero tampoco lo sé, pero es mejor que te quedes aquí, estarás más segura.

-- Bien.

-- Bueno, iré a enviar esta carta, nos vemos en un rato.

-- De acuerdo.

Jurguen se puso un abrigo y salió de la posada, a enviar una carta a los elfos de Alfheim, donde les decía que les encargaba su puesto y que ya no podría estar más allí.

Elizabeth por el contrario había salido a comprar alimentos para el viaje, ya que la ciudad de Erolkim estaba a un día de camino, aunque como era ella seguramente compraría comida para llegar hasta Urok.

Así que por consiguiente Arlett y la pequeña Tsuu se quedaron en la habitación de la posada, cosa que era aburrida, ella no tendría que hacer nada, sólo esperar a que aquella hora pasará, además sabía que, aunque le dijeron que una hora, realmente tendrían que esperar otra hora más para salir de la ciudad.

Por lo tanto, Arlett se sentó en la ventana, a observar el panorama, pero lo que más le llamaba la atención era ese bosque, Elderwood, el Bosque Ancestral, que se encontraba a unos 2 kilómetros desde donde estaban, por alguna razón Arlett sintió un verdadero apego a ese bosque y la necesidad de entrar.

Desde luego ella no sabía por qué le llamaba tanto la atención ese bosque, pero al pensarlo un poco se dio cuenta que le empezó a llamar la atención el bosque desde que se enteró que había una reina allá dentro.

Y pensando un poco recordó la pregunta que debía hacerle a Tsuu, ahora estaban a solas y era una buena oportunidad para hablar de ello.

-- Tsuu -- la llamó.

-- ¿Sí Arlett? -- respondió la pequeña.

-- Ahora que estamos solas... quería saber qué era lo que me ibas a decir sobre ese bosque.

La Sylphide abrió los ojos al escucharla, realmente no se esperaba que le hiciera esa pregunta ahora, ella pensaba en contarle cuando estuvieran en Urok, pero Arlett era su amiga y no podía defraudarla.

-- Pues... primero que nada Tsuu te quiere pedir perdón, Tsuu hace esto para protegerte realmente, pero perdona a Tsuu por mentirte...

-- ¿De que hablas? ¿No entiendo a qué te refieres? ¿Mentirme?

-- La verdad es que... Tsuu te ha estado mintiendo desde el día en que llegaste a la biblioteca.

-- ¿Qué?

-- Perdón, de verdad, pero fue una orden del Maestro, y Tsuu no te puede decir.

-- ¿Eso quiere decir que me están ocultando algo?

La Sylphide asintió y siguió hablando.

-- Sí... pero aun así Tsuu no te lo puede decir, son órdenes del Maestro, y Tsuu no puede decírtelo, pero si te puedo contar sobre el bosque.

-- ¿Qué? ¿Cómo o sea que no piensas decirme?

-- Tsuu lo siente, pero si hay algo que Tsuu te puede revelar, es sobre la Reina de Bosque.

Fluggel: Nacida del polvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora