Epílogo

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-- ¡Wow! así que ya eres una abuela -- dijo Lilia.

-- Sí bueno es algo mas difícil que eso, veras, ellos no son mis verdaderos nietos, ellos son los descendientes de mis hijos, que ya murieron hace ya muchos años.

-- ¡Oh que mal! no pude conocerlos -- se lamentaba ella con algo de nostalgia.

-- Ojalá hubieras podido conocerlos, mis hijos fueron grandes personas y lograron grandes cosas antes de morir.

-- Ojalá, pero al final... estuve tantos años tratando de poder controlar todas las energías que casi muero en el proceso, pero lo logré y ahora estoy aquí, y viviré por siempre jamás con esta nueva energía.

-- Eso es algo bueno, es algo que me alegra, después de todo eres como mi hija.

-- Lo sé, y tu eres como mi madre, y por eso te amaré por siempre, al fin y al cabo fuiste tu la que me crío y me ayudó a ser la persona que soy ahora.

-- Sí, es cierto... -- dije recordando el pasado, aquel pasado tan nostálgico.

-- ¡Por cierto! -- dijo Lilia con algo de emoción -- Te quiero pedir un favor.

-- ¡Oh! ¿Un favor? claro con gusto ¿Qué quieres que haga? aunque espero que sea algo sencillo, después de todo ya estoy muy vieja.

Lilia sonrió mientras se dirigía al estante que tenía en mi casa, mientras miraba los libros uno por uno.

-- Bueno -- decía ella algo pensativa -- Quería que hicieras algo muy fácil, quiero que escribas la historia de esos tres.

-- ¿Esos tres? te refieres a Mahover, Arlett y...

-- Sí, de ellos tres, quiero que escribas la historia de ellos, al final fueron ellos los que salvaron toda la existencia y no yo.

-- ¡Oh! ya veo, quieres que escriba un libro, uno que hable de ellos.

-- Sí, bueno algo así, pensaba en que escribieras tres libros diferentes, pero sí, un libro esta también muy bien.

-- ¡Oh! vale, sí, lo hare, lo escribiré.

-- Gracias, a por cierto, también quiero que al final del libro cuentes la historia de él, de Joshua, él... es muy importante para mi, lo considero como mi hermano.

-- ¡Oh! ya veo, tu primer y único amor ¿No? -- dije con una ligera sonrisa en mi rostro.

-- ¡NO! bueno si fue... mi primer amor, y lo quise y lo ame un poquito, mucho, demasiado, bueno... bastante, pero quiero que cuentes su historia, después de todo la historia de él esta ligada a la mía.

Me reí un poco al escucharla decir aquello, en verdad seguía siendo la pequeña niña que conocí, y ahora, miles de años después de lo que ocurrió, ella se comportaba igual que en su juventud.

-- De acuerdo -- le dije con felicidad y alegría -- Lo haré, lo escribiré, después de todo soy la oráculo, una que ya ha vivido mucho mas tiempo del que debería.

-- Lamento mucho eso, recuerdo que tu no querías ser inmortal.

-- Sí, lo recuerdo también, pero, la verdad es que aun sigo con vida solo porque estaba esperando este día desde hace muchísimos años, después de todo recuerda que yo misma tengo el poder para tomar mi vida y desecharla, aunque yo no lo llamaría desecharla, diría mas bien, abandonarla.

-- Entiendo... -- dijo Lilia algo pensativa -- Pero eso es algo triste, yo te puedo hacer inmortal, y nunca jamás morirías, ni aunque te hicieran daño.

-- Lo sé, ahora que por fin pude verte de nuevo me siento completa, pero aun así tranquila, viviré algunos años más, después de todo debo aprovechar todo el tiempo perdido con mi hija.

Lilia sonrió grandemente cuando dije eso, y rápidamente se lanzó hacía mi dándome un gran  abrazo nostálgico.

-- Gracias, de verdad, te adoro demasiado, siempre serás mi madre, siempre te amaré por eso.

Al escucharla decir aquello me alegré demasiado, esto era lo que tanto esperaba, justamente era esto lo que quería, lo que esperaba desde hacía tantos milenios, el poder abrazarla de nuevo, a Lilia, a mi hija.

-- Bueno, supongo que hoy no dormiré -- dije con una risa algo tímida.

-- Sí, eso parece -- dijo Lilia sonriendo nuevamente.

Al final Lilia y yo pasamos toda aquella noche charlando y recordando todas las experiencias que vivimos; hacía tantos años que no sentía una felicidad igual a esa, ahora me siento completa; así que haré lo que ella me pidió, escribiré toda la historia, desde el principio hasta el fin, y se la daré a Lilia cuando termine, y después de eso... bueno, tal vez viva un poco mas, para luego abandonar mi cuerpo, la verdad es que deseo poder ser quemada, quiero que mis restos sean lanzados al cielo, como un recordatorio de la libertad por la cual ahora gozamos, y sé que Lilia será quien lo haga.

Así que sí, escribiré toda la historia, comenzando por la de Arlett, y cuando termine seguiré con la historia de Mahover, sí, con la historia de mi mejor amigo.

Fluggel: Nacida del polvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora