Arco 5 Capítulo 33

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Luego de hablar con aquel mayordomo, Arlett siguió con su camino, buscando a Tsuu con su sentido del Prana, recordó que se le había olvidado preguntarle el nombre nuevamente al mayordomo, pero eso ya no importaba, lo que importaba era disculparse con Tsuu.

-- ¿¡Tsuu donde estás!?

Arlett camino por calles que eran de estratos bajos (si se le puede decir así) las casas estaban viejas y sin colores, algunas tenían ventanas rotas y otras ni siquiera tenían puerta.

-- De alguna manera siento que ella está aquí -- pensaba Arlett cuando a lo lejos pudo apreciar a hombres de aquel culto, por lo que se escondió en la entrada de una casa que no tenía puerta -- ¿Qué hacen aquí?

Arlett dijo eso último sin pensar ya que la respuesta es bastante obvia, y cuando los hombres pasaron por el frente, ella los pudo ver bien, tenían la característica capa azul oscuro con armas de fuego en sus espaldas.

-- Debo irme ahora -- dijo.

Así que estaba dispuesta a salir cuando.

-- Quédate aquí -- dijo una adorable voz igual a la de una campana.

-- ¡Tsuu! donde...

-- Silencio -- le dijo poniendo su mano en la boca.

Fue entonces cuando más cultistas pasaron por allí, vestidos de la misma forma que los anteriores.

-- Tsuu, perdóname yo...

-- Hablaremos luego, debemos irnos.

La chica asintió y a la orden de la pequeña ambas salieron, logrando perderlos y alejándose rápidamente con rumbo a la posada.

-- ¿Cómo es que pueden estar por las calles así como así? -- preguntaba Arlett

-- Es sencillo, las personas aún no saben que son criminales por eso los dejan pasar por las calles, y ellos aprovechan -- respondió la pequeña Tsuu.

-- Entiendo.

-- Debemos irnos, rápido -- exclamó la pequeña Tsuu.

-- Por cierto ¿Dónde estabas?

-- ¡Ah! Bueno... jeje es algo vergonzoso porque Tsuu se fue llorando, Tsuu estaba triste así que se fue lejos, cuando los pudo ver a ellos, así que Tsuu comenzó a seguirlos y se dio cuenta que estaban revisando las posadas de la ciudad.

-- Ya veo... por cierto discúlpame si, yo realmente estaba, y estoy aún sorprendida por lo que dijiste.

-- No te preocupes, la verdad no me gusta ocultar cosas, así que en cuanto lleguemos a Urok le pediré permiso al Maestro para decirte.

-- De acuerdo.

Las chicas siguieron caminando hasta la posada y al llegar se dijeron cuenta, de que aquellos hombres ya estaban allí adentro y estaban hablando con el cantinero.

-- Esto es malo -- dijo Arlett luego de verlos y esconderse en la entrada.

-- Debemos avisarle a Elizabeth y a Jurguen -- Dijo Tsuu rápidamente.

Así que las chicas corrieron hasta la parte de atrás y la pequeña Tsuu subió hasta la ventana, cuando al rato vio a Elizabeth asomarse.

-- Ely, ven rápido, ellos están aquí -- le dijo Arlett.

Elizabeth asintió y regresó adentro nuevamente.

-- Jurguen, Debemos irnos -- dijo Elizabeth tomando las cosas.

-- Lo sé, lo sé -- dijo Jurguen tomando todas las cosas.

-- Rápido, la puerta no aguantará -- dijo la pequeña Tsuu quien retenía la puerta con magia.

Fluggel: Nacida del polvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora