Capítulo 38

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Blue.

Miraba a la gente caminando por el centro de la ciudad, a veces me gustaba tomar el lugar de una observadora de las interacciones humanas, como sus vidas pasaban tan rápido desde sus individualidades y sus propias preocupaciones. Siempre me había llamado la atención como la gente parecía vivir en su propia burbuja y caminan de un lado a otro sin tomarse un respiro, casi toda mi infancia pensé que estaban algo locos, pero probablemente para ellos yo era la que estaba algo loca, al menos eso a veces decía Travis. El solo hecho de recordarle provocaba que volviera a sentir esa presión en mi pecho y que los pensamientos volvieran, era difícil para mi estar bien por mucho tiempo.

—¡Buu! —Me sobresalte cuando tomaron mi cintura, pero identifique rápidamente a la persona pues era a quien esperaba. Eso no evitó que le diese un golpe por el susto. —Hey, no a la violencia, Blue.

—Eres estúpida.

—No es forma de tratar a quien viene a salvar tu trasero otra vez. —Ella sonrió. —Estabas muy concentrada, ¿En qué pensabas?

—Sólo veía a la gente y sus vidas pasar tan rápido por las aceras.

—Tu mente siempre es una sorpresa. —Yo sonreí, sabía que lo decía de buena manera. —Pues bien, veamos la batería de tu auto. Tienes suerte de que recién había terminado mi reunión.

—Y agradezco a mi suerte, no quería parar a algún extraño. —Ella sólo asintió, apenas había notado que había estacionado su auto junto al mío, April fue por los cables para pasar la corriente entre su batería y la mía.

—¿Se te han quedado las luces encendidas? —Asentí. —Pedazo de estúpida.

—Es el apodo más inusal que he recibido.

—Es una relación bastante insual, Blue. Sales con mi ex esposa.

—Sólo es un detalle. —Ambas reímos, me gustaba el poder sentir que lo tomabamos bien, April me agradaba bastante. —Muchas gracias.

—¿Por qué?

—Por salir antes del trabajo para venir a ayudarme, sé que te tomas muy en serio tu trabajo. —Ella sonrió.

—Me has salvado, en realidad, prefiero estar aquí contigo antes que en una oficina. Además tu madre me invitó a cenar.

—Ella no me ha dicho nada.

—Pues es ella quien quiere verme, no tú. Claramente me adora.

—Aún no entiendo el por qué. —Ella alzó una ceja.

—Pues claramente ella tiene más claro que tú que soy quien te salva el trasero. —Me encogí de hombros. —Bien, mejor veré tu batería. —Mientras le veía ocuparse de cargar mi bateria no pude evitar pensar en que me gustaría que a mamá también le agradara Zoey, aún era slgo difícil. —Todo listo.

—Te debo una.

—De hecho, podría cobrartela.

—¿Necesitas algo?

—Si, bueno... No tienes que hacerlo...

—Sólo dilo.

—La empresa tiene un evento este viernes, es por caridad y todo el mundo siempre va a acompañado y es algo incómodo...

—Si, iré contigo.

—No me dejaste terminar.

—Pero eso era lo que ibas a pedirme, ¿No? —Sonreí al verle rodar los ojos.

—Bien, gracias. Debes comprar un vestido o algo, si quieres puedo prestarte uno.

—Tengo ropa, April.

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