Capítulo 23

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April.

El sol que llegaba a mi cara me despertó y sentí un fuerte dolor de cabeza, había bebido demasiado la noche anterior. Al darme cuenta que me encontraba en mi habitación, recordé que Blue me había traído ayer, pero no fue lo único que recordé. Cada vez que despertaba y sentía el lado de la cama de Zoey vacío y frío, me volvía a sentir sola y empezaba mi día pensando en ella. Al girarme a tomar mi teléfono noté que había una aspirina junto a un vaso de agua, no dude en tomarlo rápidamente antes de revisar mis mensajes.

Era un día sábado y tan sólo debía avanzar en mi trabajo, desde que Zoey se había ido me había enfocado en mi trabajo la mayor parte del tiempo para evitar hundirme en mi propia miseria. Una parte de mi quería pensar que si adelantaba trabajo cuando Zoey volviese a casa tendría el tiempo que debí darle, me había comportado como una idiota muchas veces en el pasado y ahora empezaba a compararme con mi padre. Lamentaba haber engañado una vez a Zoey, no tenía excusas para lo que hice, sólo fui una idiota que quizás si hubieramos hablado de nuestra relación con tiempo hubiésemos evitado todo este drama en el que nos metimos.

Bajé para prepararme algo de comer y noté que todo estaba limpio, estaba sorprendida de que esa chica haya hecho tanto por mí. Nunca había conocido a alguien así, ni siquiera Zoey, quizás eso explicaba mucho. Perl, ¿En serio alguien podía ser tan buena?, la chica me había ayudado bastante con volver a casa y me salvó de cometer el mayor error de cualquier vida, conducir en estado de ebriedad.

El auto. Maldición, no quería salir de casa hoy y si lo dejaba demasiado tiempo ahí podría arriesgar una multa para mi registro. Ahora mismo lo menos que quería eran problemas, supongo que el trabajo podría esperar un tiempo, de todas formas no es como si Zoey decidiese volver hoy a casa, quizás no lo haga en un tiempo. Decidí ir en Uber en busca de mi auto, agradecía que Blue se haya preocupado de hasta el último detalle pues era un auto bastante caro que aún estaba pagando, cuando abrí la puerta trasera para asegurarme de que estuvieran todas mis cosas dentro, cuando miré a través de los espejos pude ver a Blue trabajando en la cafetería.

¿Esa chica no descansa?

La miré un rato trabajar, cuando ya empezaba a sentirme como una acosadora decidí ir a la cafetería, debía darle las gracias y bueno, también necesitaba un café y sería de mala educación no darle las gracias mientras le veía la cara.

—April. —Blue se acercó al verme entrar. —¿Está todo bien? —En su cara se reflejaba una real preocupación que me sorprendió, ¿Ella era acaso real?

—Si, solo venía por un café. Además, debía venir por el auto.

—Puedes sentarte, te atenderé en un rato. —Ella me dio una sonrisa y yo asentí, ella llevó unos pedidos mientras yo le veía desde la mesa. Ella parecía tratar a todo el mundo con la misma amabilidad. —¿Qué vas a querer?

—Un expresso. —Blue asintió. —Y una porción de tarta de limón.

—Bien. —Blue sonrió, ella se marchó antes de que siquiera pudiese darle las gracias por lo de anoche. No había mucha gente en la cafetería, pero se entendía, aún era temprano. Decidí mirar mi celular para evitar paracer una acosadora o algo así. Al abrir mi correo noté que tenía más trabajo del que me imagine. —Pareciera que estás a punto de estallar. —Ella dejó la taza junto a la porción de tarta frente a mí.

—Es sólo el trabajo.

—Trabajas demasiado, te empezarán a salir arrugas y espero estes juntando dinero suficiente para todo el botox que seguramente te inyectarás.—No pude evitar soltar una risa porque probablemente sea cierto. —Así estás mejor, disfruta de tu café.

—Blue. —Le llamé antes de que se voltease. —Sobre lo de ayer...

—Tranquila, será un secreto entre nosotras dos, no tienes que preocuparte si pensaste que se lo comentaría a Zoey.

—Gracias, por todo. —Le dije de manera sincera y ella sólo le sonrió.

—No te preocupes, no es primera vez que algo así pasa por acá, solo procura no intentar conducir la próxima vez. —Ella pronto cambió a un semblante preocupado. —No sólo por ti, sino porque puedes involucrar a otra persona.

—Lo sé, ayer sólo fui una tonta.

—Si, así es. —Alcé una ceja y ella se encogió de hombros. —Debo volver a trabajar, dime si necesitas algo.

Había decidido tomarme un momento para mi y disfrutar mk café, me había puesto mis audífonos y después de un tiempo me sentí en paz. Creo que desde que era una adolescente me sentía así, siempre había tenido ansiedad y me había llenado de asuntos en mi vida para evitar tener tiempo para pensar demasiado las cosas, pero en días como estos sentía que era necesario tomarme un momento para mí. Sentía que estaba hundiéndome de pronto, había construido la vida que siempre había querido, pero así como llegó, se había ido. Miraba a Blue de vez en cuando entendiendo por qué Zoey estaba con ella, era comprensible cuando tenías a una buena persona que te miraba de una forma que te producía calidez, me recordaba a Zoey cuando era más joven. Entonces un recuerdo llegó a mi mente.

Caminaba enfadada por los pasillos, no me importaba en ese momento mi clase de química, no tenía cabeza para pensar en tontas formulas. No podía creer que Zoey se atreviese a tener novio, digo yo lo tengo, pero es lo esperable si me habían titulado como capitana de las porristas y la corona podía ser mía. Podía ser un cliché, pero era lo que mamá esperaba de mí. Al abrir mi casillero y tirar mis cosas dentro provoqué un desastre pues todo terminó cayendo. Gruñí antes de empezar a recojer mis cosas, pronto vi a alguien ayudándome y me topé con unos intensos ojos celeste que me miraban.

—Vaya desastre.

—Gracias, ahora pierdete. —Dije malhumorada.

—No deberías fruncir tanto el entrecejo, te saldrán arrugas. —Ella sonrió y aunque no parecía decirlo de mala forma, sólo me hizo enfadar.

—¡Largo de mi vista! —Ella sólo rodó sus ojos antes de marcharse. Me sentí un poco mal, pero no me iba a disculpar con ella, luego pensarían que me empezaré a disculpar por todo y eso no daría una buena impresión. Además, es la amiga de ese bicho raro que se viste como si fuese un chico.

Cuando pude volver a casa sentí ese vacío una vez más, pero de una extraña manera empezaba a acostumbrarme por primera vez en todo este tiempo, incluso se me había olvidado mientras estaba en la cafetería. Quizás solo necesito salir con amigos o algo así.

CheatingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora