Capítulo 19

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Zoey

Ordenaba las galletas y vasos que había conseguido para la reunión de padres y maestros, aún era temprano pero me gustaba tener todo perfectamente ordenado para cuando llegaran. Normalmente no tenía problemas en estas situaciones, de hecho desde que había cambiado la metodología del curso al cual estaban acostumbradas y acostumbrados habían empezado a rendir de mejor manera, el hecho de que pudieran tener una temática más flexible les ayudaba a empezar a interesarse por diferentes temas y aquello hacía que pudieran entregar mejores ensayos.

—Le traje una manzana, señorita Leblanc. —Me sobresalte al escuchar una voz cerca de mi oído y ella rió levemente, le di un suave golpe en su brazo antes de tomar la manzana que me había traído.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a verte.

—Blue, debiste decirme, en unos minutos llegan las madres y los padres a...

—Lo sé, también vine a eso. —Ella se encogió de hombros.

—Claro, Jacob. —Blue asintió. —Por un momento pensé que era en serio.

—En parte lo es, pero no te mentiré, mis padres y Jacob me obligaron a venir, probablemente ese idiota reprobó algo y no quiere que mamá y papá sepan de eso.

—Supongo entonces que no es la primera vez que lo hace. —Blue negó.

—No, pero al menos ahora tengo una mejor motivación que un par de dólares y favores para venir. —La chica de ojos azules se acercó lentamente a mí. —¿Te han dicho lo hermosa que te ves?

—Un par de veces. —Le molesté haciendo que una de sus cejas se levantara.

—¿En serio? —Asentí mientras ella se acercó lo suficiente para atraparme en un pupitre. —Pues tienen razón, eres la mujer más hermosa que ha pisado este instituto.

—Claro que no, habían chicas muy lindas en nuestros tiempos, tú también eres hermosa, Blue. —Ella sonrió levemente mostrando su dentadura levemente.

—Lo sé, pero nadie a tenido comparación a ti. Cada vez que pasabas por los pasillos todos se volteaban a mirarte, nunca necesitaste maquillaje pues así era suficiente. Todas esas cosas pequeñas me hicieron enamorarme de ti. —Ella capturó mis labios en un suave beso al cual no me negaría, Blue tenía esa capacidad de hacerme sentir bien con tan solo sus palabras y aquello me encantaba.

—Es una buena forma de usar las letras de One Direction, Blue. —Ella rió levemente separándose levemente de mí. —Gracias por la manzana.

—Por nada, profesora Leblanc. Iré por ahí antes del que el director nos vea. —Blue me guiñó un ojo antes de salir, pero no tardó en volver. —¿Puedo llevarme algunas galletas? —Asentí riendo y ella corrió por algunas. —Nos vemos, cariño.

Cuando ella se fue pude analizar sus palabras, ella me había dicho que estaba enamorada de mí, o eso creo. ¿Yo sentía lo mismo?, aún no me había detenido a pensar en todo lo que estaba pasando, si bien sabía que ella me gustaba, ¿Yo estaba enamorada de Blue?, no lo sabía y sería difícil hacerlo en ese momento cuando los padres y madres entraban al salón para preguntarme por mí y sus hijos. Seguramente debería empezar a pensar que iba a ser de mi vida, April y Blue.

—¡Ahora entiendo por qué su hijo es un idiota, si tiene a un padre tan imbécil! —Se escucharon unos gritos en el salón atrayendo la atención de todo el mundo. Me atreví a acercarme en conjunto a algunos padres y vi a Blue frente a un gran hombre que probablemente le sacaba dos cabezas de alto. Era el padre de Troy, ahora entendía todo.

—Ella no es normal.

—Él, imbécil. Probablemente sea mucho mejor hombre que tú. —Decidí intervenir cuando vi saltar la vena del cuello del padre de Troy.

—Blue. —Le llamé, pero ella mantenía su mirada retadora frente al padre de Troy a pesar de su gran diferencia de tamaño, ella no parecía estar intimidada por él, lo cual me sorprendió. —Blue Walk, te estoy hablando.

—La profesora te llama, niña. —Claramente el padre era un idiota al intentar provocar a Blue.

—Cuando se disculpe podremos volver a nuestras vidas.

—No me disculparé por una pequeña broma a tu amiga. —Blue soltó una pesada respiración.

—Si es así, lamento informarle que Troy se tendrá que ir del equipo hasta que cambien su actitud. No estoy formando a más deportistas idiotas. —El entrenador apareció en escena colocándose a un lado de la más baja y el padre de Troy le miró asombrado.

—No puede hacer eso.

—Si puedo, junto a la escuela tenemos un fuerte discurso de no discriminación y en mi equipo aceptaré a quien quiera aceptar, si no le gusta pues puede demandarme, pero me parecerá interesante como le explica a un juzgado su transfobia en el 2019.

—Está bien, lo lamento. —Dijo entre dientes antes de darse media vuelta y marcharse.

—Muchas gracias, Joe. —Blue le miró con una sonrisa.

—Nada que agradecer, sabes que adoro a Alex y Kira me mataría si no lo hubiese hecho. —El entrenador le sonrió dejándome confundida.

—No estoy entendiendo nada.

—Joe es el padre de Kira. —Blue me aclaró. —Lamento interrumpir con la normalidad de estas cosas. —Blue dijo en voz alta para las madres y padres que presenciaron todo. —Será mejor irme.

—No, tenemos que hablar. —Le dije dándole una mirada y ella terminó aceptando. —Te espero en mi salón cuando todo termine.

El resto de la jornada había pasado sin problema alguno, al parecer aún tenía el don de agradarle a los padres y a las madres, así que lo había usado a mí favor, a la mayoría parecía gustarle que sus hijos e hijas subieran sus calificaciones en cuanto a filosofía. Cuando todos se fueron y tan solo quedaban algunos maestros y maestras en sus salones, Blue entró al salón como si tratara de un cachorro castigado lo cual me causó bastante ternura.

—Cierra la puerta, por favor. —Ella obedeció y aproveché el momento para ponerme de pie mientras se acercaba a mí.

—Escucha, no me disculparé por... —Le callé capturando sus labios en un beso.

—No quiero que te disculpes, me pareció valiente. —Murmuré sobre sus labios y cuando toqué su brazo descubierto sentí como su piel se erizaba. —Te ví de una forma maravillosa. —Ella puso sus manos sobre mi cintura atrayendome más a su cuerpo. —Me gustó.

—¿De qué forma te gustó? —Ella alzó una ceja.

—De muchas formas. —Ella capturó mis labios en un beso con más deseo y yo lo acepté con gusto, ella encontró la forma de colocarme sobre mi escritorio y cuando sus manos iban a desabrochar la camisa que llevaba tocaron la puerta y nos separamos a tiempo cuando el concerje entró.

—Hola, señorita Leblanc, debo limpiar el salón. —Ambas asentimos dándonos una mirada cómplice y salir rápidamente soltando una risa.

—De esta no te escapas, profesora Leblanc. —Ella susurró en mi oído haciéndome estremecer.

—Lo siento, tengo exámenes que revisar. —Le saqué la lengua y ella sólo soltó un suspiro. —Pero podemos detenernos un momento en mi auto, ¿No? —Ella asintió rápidamente antes de tomar mi mano llevándome al estacionamiento que ya estaba vacío.

CheatingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora