Mi flor de fuego (Boschlow Fic)

Ilusiones Musicales

Finalmente el sábado había llegado, Gus y Skara estaban emocionados a más no poder, saldrían con quien estaban enamorados.

Su cita era hasta la tarde, pero inmediatamente cuando se levantaron, los dos comenzaron a arreglarse, querían estar impecables para cuando se vieran, esto llamó la atención de sus padres que preguntaron porque se arreglaban tanto, los chicos le contaron a sus padres la razón de su arreglo y felicidad, una cita con la chica y chico de sus sueños.

La tarde llegó, Gus y Skara se apuraron a salir de sus casas para llegar a la feria, ambos llegaron casi al mismo tiempo, los dos chicos al verse se sonrojaron, seguían sin creer lo que estaban viviendo, se acercaron hasta estar los dos frente a la entrada de la feria.
(Gus traía puesta su ropa diaria, esta que usa en el episodio donde King los encoge, y Skara traía esta ropa:

Artista: @k_piru20 (?

(Quiero aclarar que no shippeo este extraño triangulo amoroso, pero amo la ropa que trae Skara en la imagen, así que usaremos esa ropa)

—Te-te ves muy linda Skara —comentó Gus completamente rojo.

—Gracias, tu también te ves bien —respondió Skara igual de sonrojada.

—B-bueno, ¿Entonces entramos? —preguntó Gus nerviosamente.

—Si, si, vamos —contestó Skara apuradamente muy nerviosa.

Los dos chicos entraron a la feria con una combinación de sentimientos de alegría y nervios, subieron y jugaron a varias de las atracciones entre risas y sonrisas, hacían bromas entre ellos y se restaban a subirse a atracciones extremas, terminando con Gus vomitando tras ser retado a subirse a una montaña rusa.
Después de comer algo en un puesto de comida, ambos se retaron a subir al paseo del terror, si bien ambos estaban aterrados de la idea, subieron de igual forma. Skara abrazó a Gus gran parte del paseo ya que estaba asustada (cantas canciones lúgubres a mitad de la noche y te da miedo una casa del terror, en fin, la hipotenusa), esta acción de la bardo hizo que el ilusionista se pusiera más rojo que un tomate durante todo el tiempo del recorrido.

Comenzaba a anochecer, y los dos tortolos decidieron estar sus últimos momentos en la feria subiendo a la rueda de la fortuna, desde ahí arriba podían admirar la belleza de las Islas Hirvientes.

—Es una vista hermosa, ¿No lo crees? —preguntó Skara maravillada.

—No tan hermosa como tu —aseguró Gus con un tono de voz bajo.

—¿Qué dijiste?

—¡Nada! —respondió Gus sonrojado —. Dime, ¿Te gusta alguien? —preguntó Gus curioso.

—Ahh, ahh, b-bueno, p-pues si, me gusta... ¡Fred! De la clase de bestias —mintió Skara nerviosa de admitir sus sentimientos por Gus.

—Ow, ya veo —respondió Gus desilusionado.

—¿Y qué hay de ti? —preguntó Skara tratando de enmendar su error.

—¿Yo?... Ahhhh, ¡Emira, me gusta Emira! —mintió Gus con grsn nerviosismo.

—Ow, ella es linda —respondió Skara con tono triste.

Los dos se voltearon avergonzados, culpandosé por ser tan estúpidos y cubriendo sus caras de la pena de no admitir sus sentimientos, y mentir diciendo estar enamorados de alguien por quien no sentían nada romántico.

Cuando bajaron de la rueda de la fortuna estaban tristes, desilusionados y se sentían estúpidos, no podían voltearse a verse si quiera, tenían el corazón destrozado, la más notable era Skara.

—Skara, ¿Te encuentras bien? —preguntó Gus preocupado por la chica —. Podemos ir por un helado o...

—No, yo solo... Necesito algo de aire —dijo Skara comenzando a caminar, alejándose de Gus, perdiéndose en la multitud.

Gus la vio alejarse hasta que la perdió de vista, fue cuando su corazón lo obligó a ir a buscarla, asegurarse que estuviera bien, aunque ella no correspondiera sus sentimientos, debía asegurarse que no le pasará nada malo, solo quería verla feliz.

Gus buscó a Skara por todos lados, finalmente la encontró en la playa (es de esas ferias que estan junto a la playa, no se porque lo explico si seguro es algo obvio), estaba sentada entonando una canción, el ilusionista se acercó a la chica caminando por la arena de la playa.

—My love, my love, my fearless love, I will not say goodbye —cantó Skara antes de soltar lágrimas de sus ojos.

—Sea May rise, sky may Fall, my love will never die —continuó Gus la letra.

—¡Gus! —dijo Skara sorprendida —, ¿Qué haces aquí?

—Quería asegurarme de que estuvieras bien, te veías triste cuando te fuiste.

—No te preocupes, estoy bien —mintió Skara.

—Si tu lo dices —respondió Gus sentándose junto a Skara —. Go on, go on, go bravely on, into, the blackest night —cantó Gus.

—¿Te sabes la letra de la canción? —preguntó Skara.

—Seguro, es una de mis favoritas —respondió Gus.

—Je, también es de mis favoritas.

—¿Quieres bailar? —preguntó Gus ofreciéndole su mano a Skara.

—Seguro —respondió la barda tomando su mano, levantándose ambos para bailar.

Gus y Skara comenzaron a bailar ahí en la playa tomados de la mano mientras cantaban la canción, mientras Skara cantaba, invocaba espíritus que los ayudaban con la entonación de la canción.
Para ellos no existía nada más que ese momento, bailar con su enamorad@ secreto.

Cuando los coros de la canción se intensificaron, Gus creó ilusiones de fuegos artificiales, luces oscuras y de micrófono para potenciar las voces de los espíritus de Skara, creando así ilusiones musicales, no imaginaban un momento más feliz que esa noche.

Al término de la canción, Skara besó a Gus, lo que dejó impactado al chico, definitivamente no se lo esperaba, Skara abrió los ojos y rápidamente se separó avergonzada.

—Nonononono, perdón Gus, no quería hacerlo, bueno, osea si quería, pero —el corazón de Skara finalmente libero todo —... Estoy enamorada de ti Gus, lo que te dije en la rueda de la fortuna era mentira, no conozco a ningún Fred, solo no estaba lista para confesar mis sentimientos, y se que te gusta Emira así que... —Skara fue interrumpida por Gus, quien la estaba besando.

—La verdad es que tu también me gustas Skara, desde hace tiempo —dijo Gus separándose del beso —,pero tampoco me sentía preparado para decirte, así que mentí,no me gusta Emira.

—Wow, entonces los dos estamos enamorados uno del otro, creo que nos preocupamos demasiado —confesó Skara volteando la vista.

—Eso parece ser —dijo Gus también apartando la vista —. ¿Hay algo más que te gustaría hacer?

—Solo una cosa —Skara besó nuevamente a Gus, beso que fue correspondido por el ilusionista, marcando así el amor que sentían el uno por el otro.