El Amor Florece

2.1K 232 104
                                    

Era una mañana soleada en las Islas Hirvientes, era un día muy especial para la joven Boscha, ese día elegiría su clase de aquelarre y estaba muy emocionada, sabía perfectamente que clase elegiría, pociones, su abuelo había metido a Boscha desde muy pequeña al mundo de las pociones, maravillandola con increíbles pociones de humo y de agrandamiento.

Boscha caminaba hacia la entrada de la escuela cuando se encontró a su amiga Amity, que se veía diferente de la última vez que la había visto.

—Hola Amity, oye, ¿Por qué tu cabello ahora es verde? —preguntó Boscha a la joven Blight.

—Hola Boscha, agh, mi mamá me obligó a teñirme el cabello, dice que quiere que combine con mis hermanos —se quejó Amity mientras veía un panfleto.

—Suerte en tu primer día de clase de aquelarre Manoplas —gritó una joven Emira mientras corría a la escuela.

—Creemos en ti, te daríamos más apoyo pero vamos tarde a clases —gritó un Edric más joven corriendo tras su gemela.

—¿Y tu padre no hizo nada para evitar que tu madre te tiñiera el pelo?

—No, lo más que logró hacer fue que pudiera unirme al aquelarre que quisiera, ella quería obligarme a entrar al aquelarre del oráculo, pero yo estoy interesada entre el aquelarre del bardo o el de abominables —explicaba Amity —, aunque posiblemente me una al de abominables, mi madre dice que solo los vagos estudian magia musical, los pobres estudian magia para cuidar animales, que el aquelarre de construcción es solo para los que no son familias poderosas y que la magia de plantas es para los débiles, hubieras visto a Edric hace dos años cuando mi mamá no lo dejo entrar al aquelarre de cuidado de bestias, fue algo trágico, realmente no se cual es su problema con esos cuatro aquelarres...

Mientras Amity se quejaba sobre su madre, soltando alguna ocasional queja sobre su padre, Boscha observaba con sus ojos a una chica con lentes discutiendo con sus dos padres, lo que le parecía extraño, ella ya conocía a esa chica y sabía que tenía una muy buena relación con ellos, le gustaría saber que decían y poder ayudar a la chica.

—Pero papás, a mi no me gustan los abominables, a mi me gustan las plantas —se quejaba una joven Willow.

(Como no sabemos los nombres de los padres de Willow, los llamaremos, Fred y Bartholome, ¿Por qué? Porque quiero)

(Como no sabemos los nombres de los padres de Willow, los llamaremos, Fred y Bartholome, ¿Por qué? Porque quiero)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Por favor florecita, acepta unirte al aquelarre de abominables —dijo Fred a su hija.

—¿Por qué insisten en que entre a esa clase? —preguntó Willow.

—Florecita, este mundo es peligroso, no soportariamos la idea de que salieras lastimada, si aprendes a hacer abominables sabremos que siempre estarás a salvo —respondió Barth (así abreviaremos su nombre).

—¿No están actuando muy sobreprotectores? —Willow no estaba convencida de la explicación de sus padres.

—Por favor hija, hazlo por tu padre y por mi —suplicó Barth.

Mi flor de fuego (Boschlow Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora