Mi flor de fuego (Boschlow Fic)

Willow En La Casa Bakechemist

La alarma de Willow sonó, ella se levantó y alimentó al tucán anfibio para que dejará de graznar, hizo su rutina diaria de ejercicios y bajó emocionada a la cocina, donde sus padres la vieron extrañados, su hija solía estar feliz durante las mañanas, pero ese día estaba más feliz de lo usual, ¿Qué sería?

—¡Buenos días padres! —saludó Willow con una gran sonrisa en su rostro.

—Buenos días calabacita —saludó Fred mientras terminaba de preparar el desayuno —, ¿Qué te tiene tan feliz está mañana?

Willow se sentó en la mesa mientras se sonrojaba un poco, pero lo suficiente para que sus padres lo notarán.

—¿Y ese sonrojo? —preguntó Barth curioso mientras colocaba platos y vasos para desayunar.

—Bueno, tenía que decírselos en algún momento, así que aprovecharé ahora —dijo Willow con risas nerviosas.

—No tengas miedo hija, puedes decirnos lo que sea —aseguró Barth.

—Jeje, pues, llevo un mes saliendo con una chica —confesó Willow sonriendo y volteando la vista.

—¿De verdad? Hija, eso es increíble —dijo Fred orgulloso de su hija —, dinos, ¿Cómo es ella? —pidió nuevamente el padre de la chica.

—Ella es muy hermosa, es muy considerada, es divertida, inteligente, me salvó la vida en más de una ocasión, verdaderamente la amo —narró Willow sintiendo su corazón llenarse de dicha.

—Calabacita, esa chica se oye increíble, ¿Nos vas a decir quién es? —preguntó Barth curioso por saber la identidad de la novia de Willow.

—No por el momento, quiero que sea una sorpresa —comentó la de lentes —, hablando de eso, hoy voy a ir a comer con sus padres, no les molesta, ¿Verdad? —cuestionó Willow un poco preocupada.

—Por supuesto que no retoño, es importante que vayas amistándote con la familia de tu pareja —afirmó Barth —. Aunque nosotros también queremos conocer a tu novia.

—No se preocupen por eso, puedo decirle que en una próxima cita que tengamos, ella venga a recogerme, así ustedes podrán conocerla —comentó Willow.

—Eso suena excelente, pero ahora vamos a desayunar antes de que se enfríe —dijo Fred entre risas.

Cuando la tarde llegó, Willow se despidió de sus padres y se dirigió a la casa de Boscha para la comida con sus padres, estaba muy emocionada, su corazón latía a mil por hora mientras más se acercaba a la casa de la pelirosa. Recordaba ese día de Buzterferd que había llegado sin saberlo al jardín trasero de la mansión Bakechemist, lugar donde había compartido su primer beso con Boscha. La peliverde lo recordaba con mucho cariño, era su primer momento especial con esa chica que tanto amaba.

Desde esa noche, Willow no había vuelto a la casa de Boscha, y ahora iba para conocer a sus padres. Los pensamientos de Willow se detuvieron cuando vio finalmente la casa, sonrió y apuró el paso para llegar a la puerta, donde tocó emocionada. Mientras esperaba que le abrieran, se acomodó un poco el cabello poniéndose su broche azul. Finalmente abrieron la puerta, y Willow fue recibida por Boscha, ambas estaban muy felices de volver a verse.

—¡Willow! ¡Llegaste! —exclamó la tríclope abrazando a su novia.

—Por supuesto que si, no hubiera faltado por nada en el mundo —aseguró la peliverde acariciando el cabello de Boscha.

—Pasa, te presentaré a mi familia —dijo Boscha, Willow entró con pequeñas risas.

Boscha llevó a su novia al comedor, donde sus padres estaban terminando la comida en la cocina.