A la mañana siguiente, Liam se levantó de la cama para ir a trabajar. Se dirigió al baño y se vio al espejo, espantándose por su aspecto. Traía los ojos hinchados y unas ojeras oscuras. Su cabello se veía opaco, al igual que su piel. Talló sus ojos y entró a la ducha, tal vez eso era lo que necesitaba para verse mejor.
Tras permanecer casi veinte minutos bajo el agua caliente, salió del baño con una toalla envuelta en la cintura, caminando hacia su closet. Escogió un traje azul marino y una camisa celeste y zapatos marrones. No usaría corbata, pues no tenía ninguna reunión especial aquel día, por lo que empezó a vestirse antes de que se le haga tarde para ir a trabajar.
Antes de salir de su habitación para dirigirse a la cocina para desayunar, encontró en el suelo el abrigo de Zayn. Lo levantó, percibiendo rápidamente una mezcla de los perfumes que tanto él como el moreno usaban, impregnada en la prenda.
Recordó el instante en el que desvestía a Zayn el día anterior para hacerle el amor con fuerzas. Cuánto deseaba tenerlo de nuevo consigo, acariciando su piel, llenándolo de besos mientras le decía lo mucho que lo quería y amaba. Ahora todos esos momentos estaban sólo en su memoria... Pues Zayn no volvería a su vida.
Después de desayunar, cogió su maletín con sus cosas, su móvil, sus llaves y el abrigo de Zayn; para luego salir de casa. Subió a su auto y se dirigió hacia el edificio en donde trabajaba el moreno. Debía devolver la prenda, pues no deseaba quedársela en lo absoluto. Sólo le haría más daño.
Al llegar, entró al lugar y caminó hasta la recepción, en donde estaba la misma joven que lo había atendido anteriormente. Se acercó a ella, sin ninguna expresión en el rostro, cabizbajo.
—Buenos días señor, ¿lo puedo ayudar en algo?
—Quisiera dejar esta prenda... —entregó el abrigo. —Es del señor Zayn Malik.
—¿No gusta subir y dejárselo personalmente? Está en su oficina.
—No, gracias. —sonrió, dolido. —Tengo prisa...
—Bien. —tomó la prenda para dejarla sobre una silla. —¿Cuál es su nombre?
—Liam Payne.
La señorita apuntó el nombre del muchacho en un papel, junto con la hora a la que se había acercado.
—Muchas gracias. —sonrió la joven.
—De nada...
***
Zayn estaba en su oficina, alistándose para salir a hacer una sesión de fotos a un reconocido actor de cine. Verificó que la memoria de su cámara esté vacía y que tenga los demás accesorios guardados en su mochila. Había contratado personal que se encargaría de la iluminación, así como una maquilladora profesional. Las fotos que tomaría aquel día serían para la portada de la próxima edición, por lo que era sumamente importante hacer un trabajo impecable.
Escuchó el teléfono de su oficina y contestó inmediatamente, dejándolo en altavoz mientras seguía encargándose de sus pendientes. Era Leslie, la recepcionista, nuevamente. No sabía cuántas veces se había comunicado con ella ese día, y apenas eran las diez de la mañana.
—Señor Malik, lo llamaba para decirle que dejaron un abrigo aquí, es de usted.
El corazón de Zayn se aceleró con fuerzas.
—¿Quién lo dejó?
—A ver, déjeme ver... —la señorita ya no recordaba el nombre del apuesto muchacho que se acercó apenas hace unos minutos, por lo que revisó el papel que estaba sobre su computadora. —Liam Payne.
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Yo te elijo a ti (ZIAM)
Teen FictionSinopsis: Un fugaz amor de verano durante su adolescencia, marca la vida de Liam para siempre. A pesar de saber que probablemente, nunca más lo vería, no perdía las esperanzas en que la vida los junte de nuevo a él y a ese hermoso muchacho... Zayn. ...