Capítulo XXV

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Zayn se despertó a la mañana siguiente, notando que no se encontraba en su cama, sino en el suelo, en la misma posición de la noche anterior cuando Ryan llegó a casa ebrio.

Se levantó y vio la hora en el reloj de su móvil, las nueve de la mañana. Se imaginó que Ryan ya no estaba en casa, por lo que sin hacer ruido, salió de la habitación, buscando a su esposo por todos los rincones. Tan sólo encontró una nota en la que éste le pedía perdón por haber actuado como un imbécil la noche anterior, y que lo compensaría. Zayn arrugó el papel y lo tiró al bote de la basura, enojado.

Las náuseas le regresaron al cuerpo luego de desayunar. Había estado pensando muchísimo en su matrimonio, cayendo en cuenta -una vez más- de que ya no quería estar en esa situación. No sabía qué iba a hacer, sólo quería estar en paz.

Una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro al recordar los momentos vividos con Liam el día anterior... El almuerzo, las películas, las risas, los abrazos, los besos... Todo había sido tan mágico. Era como si el tiempo no hubiera pasado entre ambos, como si fueran dos adolescentes de vacaciones en Italia en el verano del 2008.

Pero también era consciente de que estaba engañando a Ryan. Y que, aunque no quisiera, tenía un matrimonio de seis años con él (próximamente siete). Debía ser sumamente cuidadoso si es que quería tomar una decisión. Un divorcio no era lo mismo que un rompimiento de una relación, era algo mucho más fuerte.

Suspiró. Dejar a Ryan no iba a ser tan fácil como hubiera querido... Y es que Zayn estaba bastante agradecido con su esposo por múltiples razones. Gracias a él, pudo salir de la casa de sus padres y dejar atrás el infierno que había vivido con ellos desde que lo separaron de Liam. Gracias a su familia, pudo culminar sus estudios universitarios y sustentar su tesis. Gracias a él, era la persona que Zayn era hoy en día.

Pero un matrimonio no podía basarse en agradecimientos. El matrimonio era algo mucho más fuerte, que consistía en amor por sobre todas las cosas. Y si bien era cierto que Zayn quería muchísimo a Ryan, el moreno era consciente de que nunca pudo enamorarse de él con la misma magnitud con la que amó a Liam.

Debía acabar con todos esos problemas que estaban atormentando su mente si es que quería ser feliz... Al lado de Liam.

Escuchó el timbre de las notificaciones de su móvil y lo revisó, encontrando un mensaje nuevo de Liam.

"¿Estás libre hoy también?"

                                                                                     "Sí, pasa por mí por favor"

"Paso por ahí en quince minutos, mándame tu ubicación para ponerla en el Waze"

Zayn le envió lo indicado al castaño y subió a su habitación para ducharse. Se vistió con un buen outfit y arregló su cabello como le gustaba hacerlo. Se lavó los dientes y se echó una de sus mejores lociones. Ya estaba listo para volver a ver a Liam.

Fue cuestión de minutos para escuchar la bocina del auto del mayor. Zayn tomó su móvil, sus llaves y su billetera, para luego bajar rápidamente y salir de casa, encontrándose con Liam apoyado sobre su auto con una linda sonrisa en el rostro, esperándolo.

—Hola precioso. —se acercó a él y dejó un casto beso sobre sus labios.

—Hola... —saludó el moreno, sintiendo como sus piernas dejaban de responder, Liam también lo notó.

Subieron al auto y Liam condujo nuevamente hasta su casa. No hablaron, sólo se lanzaban miradas y sonrisas dulces. El castaño tomaba la mano del menor cada vez que paraba en algún semáforo rojo, y la llenaba de besos. Zayn soltaba suspiros y sonreía, preguntándose por qué la vida lo había tenido separado de Liam tantos años injustamente.

Yo te elijo a ti (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora