Capítulo XXII

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Liam lo miró, incrédulo.

—¿Hablas en serio? —preguntó Liam.

—Claro que sí. —sonrió. —Pero deberás decirme dónde es.

—Pondré mi dirección en Waze, no te preocupes.

Subieron ambos al coche. Liam se encargó de escribir la dirección de su casa en la aplicación mencionada, en el móvil de Zayn, escogiendo a propósito la ruta más larga para permanecer más tiempo junto a él.

—Andando...

Zayn arrancó, guiándose por las instrucciones que le daba aquella voz femenina del aplicativo. Liam encendió la radio, con total confianza, y escogió una de sus emisoras favoritas. Volteó a ver al conductor, sonriendo a pesar de que éste no pueda notarlo.

—¿Qué me ves? —preguntó Zayn, intentando no sonar maleducado.

—Jamás pensé que me harías el favor de llevarme a casa.

—Bueno, te vi bastante perdido. No podía ser malo contigo.

—Gracias... ¿Cómo estás?

—Cansado. —respondió el moreno. —Ayer salí con Ryan y dos amigos de mi trabajo.

—¿Y por qué no estás en casa, descansando?

—Tenía que ir al supermercado, no hay nada para desayunar en mi casa.

—Creo que yo tampoco, pero no me importa... Sólo quiero dormir.

—¿La pasaste bien anoche? —preguntó el moreno, sintiéndose como un jodido masoquista.

—Pues... Sí, bueno, no me acuerdo de nada.

—Yo tampoco, bebí muchísimo. —soltó una carcajada.

—Pensé que nunca más te volvería a ver. —habló el castaño, viendo como la expresión del moreno cambiaba rápidamente.

—¿Por qué dices eso?

—La última vez que nos vimos... Discutimos.

—Es verdad... Pero de alguna u otra forma, siempre nos encontramos. —habló en voz baja el menor. —Y no sé por qué.

—Yo creo que sí lo sé... —suspiró. —Tal vez nosotros...

—Liam... No. —interrumpió, pues sabía lo que su ex novio iba a decir.

—Ni siquiera dije algo.

—Liam, ¿crees que soy idiota?

—¿Qué? —el castaño se mostró desconcertado. —¿Qué sucede?

Zayn estacionó el coche de pronto, encendiendo las luces de emergencia para evitar problemas. Estaba enojado. ¿Cómo podía ser Liam tan descarado? Cuando él lo había visto con otra chica, la otra noche, saliendo de una casa.

—El otro día te vi con una chica... Se veían muy felices. —murmuró bajito, sin mirarlo. —Tienes una novia preciosa, Liam. No merece que la engañes.

—¿Qué? —el castaño no lograba entender.

—¡Liam, yo te vi con otra chica! —exclamó, alterándose. —¡Te vi! —lo golpeó, sin hacerle daño. —¡No seas tan descarado, joder!

—¡Zayn, yo no tengo novia!

—¡Mentiroso, estaban tomados de la mano! —lo golpeó de nuevo. —¡No me mientas más, Liam!

Liam sintió que su paciencia estaba agotándose, por lo que, antes de hacer algo de lo que podía arrepentirse después, simplemente tomó las manos de Zayn, tranquilizándolo. El moreno tenía los ojos cristalizados, poco a poco sus movimientos fueron más lentos, rindiéndose. Liam, sin pensarlo dos veces, tomó el rostro de Zayn y se acercó hacia él, uniendo sus labios en un beso.

Yo te elijo a ti (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora