Por la mañana siguiente, Zayn despertó con un gran dolor de cabeza que no le permitía ni siquiera abrir los ojos. Tuvieron que pasar varios minutos para que pueda levantarse de la cama, viendo su habitación ordenada tras el desastre que ocasionó la noche anterior.
Recordó todo lo vivido el día anterior en el evento, cayendo en cuenta que esa era su nueva realidad y no una horrible pesadilla como lo imaginó por aunque sea un segundo. Liam ahora sólo era parte de su pasado, y nunca más volvería a saber de él.
Buscó en su closet alguna pastilla para aliviar su jaqueca, tomándola con un sorbo de su botella de agua una vez que la encontró. Luego de esto, bajó al primer piso de la casa, encontrando a su hermana durmiendo en la sala. Vio la hora en su móvil, recién eran las siete de la mañana. Miranda no tardó mucho en despertarse al escuchar los pasos del moreno por la sala. Vio a su hermano caminando hacia la cocina y no dudó en llamarlo, preocupada.
—¿Zee?
El moreno volteó al escucharla y se acercó.
—Buenos días. —saludó el moreno.
—¿Cómo estás?
—Con un dolor de cabeza espantoso. —se sentó a su lado. —Ya tomé una pastilla.
—Al mediodía parte mi tren de regreso a Bristol. —apoyó su cabeza sobre el hombro del moreno.
—¿Vas a estar bien?
—Eso creo... Bueno, estaré con Niall y Danna.
Miranda giró su rostro para ver a su hermano, impactándose por el aspecto que tenía aquella mañana. Sus ojos estaban hinchados y rojizos a causa del llanto del día anterior, acompañados de ojeras oscuras. Su cabello se veía desordenado y opaco, y su mirada no traía ese brillo especial de antes.
Acarició su mejilla y depositó un beso sobre ella, abrazándolo. Zayn apoyó su rostro contra el cuello de su hermana, sintiéndose aunque sea un poquito mejor cuando ésta trataba de consolarlo de una forma u otra.
—Prométeme que vas a estar bien, Zee.
—No puedo hacerlo, princesa. —besó su frente. —Pero sí te puedo decir que pondré de mi parte para salir de esto.
—Me alegra oír eso. Te amo, hermanito.
***
Casi a las once de la mañana, Liam se encontraba de regreso en su habitación luego de haber terminado de desayunar. Suspiró al darse cuenta que faltaban sólo cuatro días para viajar, por lo que se apresuró en coger unas maletas de su closet para empezar a empacar.
Había llamado a una asistente de limpieza para que la ayude con el aseo de la casa. Solange era una señora de aproximadamente cuarenta y cinco años, que acudía todas las semanas a la casa de Liam para ayudar al castaño a cambio de una buena paga.
Mientras la señora se encargaba de la limpieza del primer piso de la casa, Liam sacaba varias prendas de su closet. Algunas iban de frente a su equipaje, mientras que otras se iban al cesto de la ropa sucia. Le esperaba un largo día si es que quería dejar la casa lista para cuando su socio de Italia, Jake, se hospede allí. No quería dar ninguna mala impresión.
Tras casi una hora seleccionando las prendas que usaría durante los próximos días y las que tendría que llevar a la lavadora; tomó el cesto de ropa sucia para bajar hacia el primer piso, encontrando a Solange limpiando la sala de la casa mientras escuchaba música a un volumen considerable.
Se dirigió a la lavandería de la casa y colocó casi toda la ropa en la máquina. Luego de encenderla, sacó el móvil del bolsillo de su jogger, revisando sus nuevas notificaciones. Habían correos electrónicos del trabajo, mensajes de sus familiares felicitándolo y también de sus amigos. No quería contestar ninguno por ahora, por lo que abrió sus redes sociales, encontrándose con una historia nueva que Miranda subió a su Instagram.
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Yo te elijo a ti (ZIAM)
Genç KurguSinopsis: Un fugaz amor de verano durante su adolescencia, marca la vida de Liam para siempre. A pesar de saber que probablemente, nunca más lo vería, no perdía las esperanzas en que la vida los junte de nuevo a él y a ese hermoso muchacho... Zayn. ...