Yo te elijo a ti (ZIAM)

Capítulo II

Después de un largo primer día de vacaciones, Zayn se encontraba en su habitación, arreglándose para salir con Liam, tal y como habían quedado. Miranda ya estaba durmiendo, y ya sabía que su hermano saldría con ese chico que le salvó la vida horas atrás. No tenía ningún problema en cubrir a Zayn, por si sus padres entraban a su habitación en cualquier momento.

Faltando sólo cinco minutos para las once, Zayn se echó su loción favorita y cogió la tarjeta de la habitación. Se miró al espejo del baño, arreglando su cabello por última vez. Luego de esto, salió sin hacer ruido. No llevó su móvil, no lo consideraba necesario para aquella salida.

Caminó hasta la recepción, preguntándole a los trabajadores que veía cuál era el camino que debía tomar para llegar. El hotel era bastante grande, y el moreno se perdía con facilidad, pues nunca había tenido el sentido de la orientación.

Estaba nervioso, y mucho. Le parecía increíble lo rápido que había logrado conseguir una cita con ese muchacho. Esperen, ¿era una cita? Bueno, eso no lo sabía, pero lo que sí sabía, era que iba a pasar una noche genial junto a él. De alguna manera u otra, debía agradecerle a Liam por haber salvado la vida de su hermana. ¿Y qué mejor forma que esa?

Finalmente, encontró a Liam. Estaba afuera de la recepción, tal y como él le había indicado. Estaba apoyado sobre una pared del exterior, fumando un cigarrillo. Estaba vestido con una remera blanca, un pantalón jean y un par de zapatillas negras, traía una pequeña mochila de tela en su espalda, y, sobre todo, una linda sonrisa en su rostro. El corazón de Zayn empezó a latir de manera acelerada, y no era precisamente porque sentía algo más por el joven, sino porque una sensación de miedo lo había invadido. ¿Qué tal si ese chico era un delincuente o algo peor? Liam era completamente extraño para él, y Zayn estaba en un país desconocido, lejos de casa.

—Llevas cinco minutos de retraso. —sonrió Liam.

—Lo lamento, es que... Me perdí. —respondió. —¿A dónde iremos?

—¿Ya has venido a Italia antes?

—No, esta es mi primera vez.

—Bueno, entonces conozco el lugar perfecto para ti.

Caminaron hasta la zona de taxis en el interior del hotel, y Liam se encargó de indicarle al chofer a dónde deseaban ir, abriendo la puerta trasera a continuación para que Zayn suba primero. Todo un caballero.

Zayn contemplaba la ciudad de Bari a través de la ventana, fascinado. No hablaba durante el camino, pues continuaba nervioso por lo que fuera a suceder entre ambos. Por un momento pensó que, quizá había sido una mala idea aceptar la salida. Y es que el moreno era un chico tan inseguro a veces, que podía agotar la paciencia de cualquiera. Aun así, era un joven cautivador, nadie podía lastimarlo o responderle mal.

Fue casi después de quince minutos de trayecto cuando ambos llegaron a su destino. Liam le pagó al chofer y bajó del auto primero, para luego tomar la mano del moreno y ayudarlo a bajar, deseando ver su reacción al ver el lugar en donde se encontraban.

—¿Qué es este lugar? —preguntó el moreno, confundido, pero bastante maravillado, una vez afuera del vehículo.

—Bienvenido al Lungomare Nazario Sauro. —respondió Liam. —Es uno de mis lugares favoritos de Bari.

—Ya entiendo por qué.

—Tenemos mucho por hacer esta noche. —agregó el castaño, notando la mirada nerviosa de su compañero. —¿Qué pasa? —preguntó. —¿Crees que no me he dado cuenta que estás algo tenso?

—Lo siento, es que... Soy algo pesado cuando salgo con alguien por primera vez.

Liam soltó una risita. —No te preocupes, yo haré que te olvides de eso. —dicho esto empezó a caminar por el lugar junto a Zayn.