Locura

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Michiko estuvo a punto de intervenir pero Hiromi, que estaba con ella, la detuvo tomándola por el brazo.

"No te metas. Ustedes ya no son nada, ¿no? Déjalos, quizás Kaji le corresponda".

"¿Cómo crees?". Replicó molesta, pero enseguida se calmó porque otra idea pervertida cruzó por su cabeza y volvió su atención hacia los dos hombres, pensativa.

"¡¿Pero qué mierda estás haciendo?! ¡Yo no soy una maldita mujer!". Se quejó Kaji, empujando a Ebina para que lo soltara y cayó sentado en el suelo, lo que le provocó muchísimo dolor porque Michiko no había sido nada amable con su trasero la noche anterior. "¡Ay, maldita sea!"

"¡Oh, disculpa! Yo te ayudo...". Trató de levantarlo tomándolo por el brazo pero Kaji se resistió.

"¡No me toques!". Se puso de pie con dificultad. "Fingiré que esto no pasó y seguiremos con nuestras vidas, ¿de acuerdo?".

"Es---está bien...". Sintió que se le rompía el corazón pero también suspiró aliviado, por lo menos parecía que Kaji no iba a cortar la amistad. Cabizbajo, se fue de allí mientras Kaji se sacudía la ropa.

"Bueno, parece que no se formó la pareja...". Se desilusionó Hiromi. Michiko aún estaba molesta pero no la dejaba en paz la idea que se le había metido en la cabeza.

Al otro día, almorzando con Hiromi en la cafetería, Michiko estaba observando al trío de amigos conversar animadamente pero notó cómo Ebina miraba a Kaji de vez en cuando, era una mirada de enamorado pero también lasciva, era obvio que deseaba su cuerpo y eso, por algún motivo, la excitó.

Ya sabía lo que quería hacer.

"¿Y por qué no? Me dijo que podía hacerle lo que yo quisiera...".

"¿Qué dijiste, Michiko?" Preguntó Hiromi.

"Nada...". Le sonrió dulcemente pero por dentro sonreía sádicamente. Estaba deseosa de probar cosas nuevas con su amante, y lo haría.

Aquella noche mientras paseaban por la peatonal comercial, Michiko decidió llevar a cavo su perversión.

"¿Te acuerdas de lo que me dijiste el otro día en la cafetería? ¿Eso que me ofendió muchísimo y que provocó mi accidente?". Le dijo mientras miraba un elegante vestido en el escaparate de una tienda. Kaji bajó la vista, avergonzado.

"Lo siento... Es ese momento no pensé con claridad lo que decía... No era mi intención ofenderte..."

"Bueno, llegó el momento de redimirte". Lo miró de una forma que no daba lugar al rechazo.

"¿Q---Qué quieres que haga?". La miró un poco asustado pero dispuesto a complacerla.

"Primero iremos al sexshop, quiero comprar algunas cositas...". Sonrió muy pervertida.

"¿Al sexshop?" Abrió los ojos cuan grandes pudo, sonrojándose. "Tú no tienes límites, demonio".

"No tienes idea...".

La noche siguiente, Ebina estaba parado frente a la puerta de una habitación de un hotel de 4 estrellas, todo nervioso y dubitativo. Sacó de nuevo el papel que había guardado en el bolsillo de su saco, un papel que alguien había metido en su casillero, y lo leyó de nuevo.

Vi lo que le hiciste a mi novio el otro día. Si quieres tener una oportunidad con él ven hoy al Hotel Golden Sakura a las 9 de la noche y golpea la puerta de la habitación 23, te estaremos esperando para divertirnos un rato. Pero si no vienes, no te atrevas nunca más a ponerle las manos encima o te asesinaré.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora