"Hideki, lamento todo esto, pero, en mi opinión, deberías empezar a pensar qué harás con tu vida en el futuro porque como cirujano tienes los días contados, tus ojos están envejeciendo más rápido de lo esperado. Lo siento, amigo".
Kaji suspiró resignado y se puso de pie, dándole la mano a su amigo oftalmólogo.
"Lo haré, no te preocupes, ya me lo estaba temiendo. Regresaré para otra revisión el mes que viene".
"Bien. Trata de no trabajar demasiado, así podrás retrasar un poco más tu condición". Le tomó la mano.
"Lo intentaré".
Mientras caminaba hacia el departamento de cirugía después de salir del consultorio de su amigo, Kaji pensó que iba a ser muy difícil no trabajar demasiado. Su trabajo era su vida, lo había hecho por casi 30 años y no sabía hacer otra cosa.
¿De qué sirve un cirujano si no puede operar? Pensó con tristeza.
Kaji pasó el día como todos los demás, hizo 2 cirugías, discutió y se reconcilió con Michiko varias veces, visitó a sus pacientes, revisó informes, presentó informes, comió ramen instantáneo en cuanto tuvo algo de tiempo... Cuando terminó todo lo que tenía que hacer aquel día, ya tarde por la noche, sintiéndose solo y deprimido porque Hara estaba con Nana y Ebina se había ido a pasar la noche con su esposa e hija después de haberse reconciliado con ellas otra vez, se fue a casa de Michiko y Akira.
"¿El demonio no está?". Preguntó en la puerta, sacándose los zapatos para ponerse las pantuflas mientras se sostenía con la mano en la pared, dejando su maletín a un costado en el piso.
"No. Se fue de compras con Hiromi y Mai. Le he pagado su sueldo y estoy seguro que lo hará desaparecer en un segundo hasta quedarse sin nada... Esa tonta...". Akira se sentó a la mesa con Ben Casey entre sus brazos. "No sé qué sería de ella si yo no financiara su trabajo".
"Es verdad. Una vez me dijo que no le entregaba todo el dinero que cobra por sus cirugías para que no lo despilfarre". Metió una moneda a la máquina expendedora y sacó una cerveza, yéndose a sentar a la mesa también. ¿Qué piensa hacer con todo ese dinero ahorrado? ¿Se lo dará al demonio para que lo invierta o algo así?".
"No, lo estoy ahorrando para construir su propia clínica en el futuro. Si esa tonta no se hubiera gastado todo lo que yo ya había ahorrado en ese estúpido viaje al espacio cuando me enfermé, ya habría comprado o construido esa bendita clínica...". Tomó un sorbo de té. "He tenido que empezar de nuevo desde entonces... ¡No sé cómo pude educarla tan mal!".
"¿Un viaje al espacio? En verdad que ese demonio no tiene fronteras... Con razón usted es tan avaro y tramposo... Ahorra cada centavo...". Lo miró acusadoramente pero luego se entristeció. "Pero por lo menos usted está pensando en su futuro, casi nadie lo hace porque cree que será joven por siempre y seguirá todo igual que siempre... hasta que te golpeas con la realidad y te das cuenta que no tienes futuro y tu vida se acabó...". Se quejó, con la cabeza apoyada en la mano y con el codo en la mesa, mirándo tristemente la lata de cerveza que sostenía frente a él.
Akira lo miró fijo.
"¿Qué le pasó ahora, doctor Kaji?".
"¿A mi? No, nada en verdad... Sólo es que extraño a mi madre, hablaba mucho con ella por teléfono...".
"Si... Es un dolor que nunca se va, yo también extraño a la mia, pero... ". Lo miró fijamente. "Su problema es otro, ¿verdad? Y no tiene con quién hablarlo... Dígame qué es".
"No quisiera molestarlo...".
"Tonterías. Si alguna vez le ofrecí que se hiciera cargo de Michiko, es porque ahora somos lo suficientemente cercanos como para que consulte sus problemas conmigo, así que no dude en decirme lo que le pasa, doctor Kaji". Tomó otro sorbo de té.
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DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)
FanfictionA la cirujana Michiko Daimon nunca le interesó tener sexo ni novio, pero un día, cuando se pelea por enésima vez con su frustrante compañero de trabajo, descubre que tiene un lado dominante que quiere ejercer sobre él, especialmente con su lindo tra...