DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)

Amándote por última vez 2

"Déjame amarte por última vez, amor...". Pasó su mano lentamente a lo largo de la silueta de su amante hasta llegar a su muslo mientras seguía besándolo intensamente en la boca mientras él la abrazaba por el cuello, abriendo la boca lo más que podía para dejarla entrar todo lo que quisiera con su lengua mientras ella lo sostenía por la nuca con la otra mano. "Déjame penetrarte por última vez...". Alzó la pierna con fuerza, acomodando la cadera de Kaji contra la de ella, él comenzó a ponerse nervioso, preparándose para sentir la penetración prometida.

Michiko acomodó la punta del strapon contra la entrada de su amado, se levantó, dejando de besarlo y se mordió los labios, mirándolo directamente a los ojos...y empujó.

"¡Ah!". Kaji gritó, tirando la cabeza hacia atrás, poniéndose rojo como un tomate.

Emocionada, Michiko volvió a empujar y él volvió a gritar, agarrando fuertemente las sábanas con las manos. Ansiosa por seguir penetrándolo, se agarró de las piernas separadas de Kaji y comenzó a empujar con todas sus fuerzas, metiéndole cada vez más y más adentro el strapon en su recto, buscando el orgasmo.

"¿Cómo te sientes, cariño...?". Le preguntó mientras lo empujaba una y otra vez.

"¡Ah! Siento... Calor... Siento... ¡Ah! ¡Siento que me quemo, carajo!".

Ella sonrió satisfecha y se agachó para capturar su boca con la suya mientras seguía penetrándolo. Él la abrazó con todas sus fuerzas, devolviéndole los besos con la misma intensidad, sin parar de gemir en su boca, excitándola enormemente.

"¡Métemelo! ¡Métemelo! ¡Soy todo tuyo, demonio! ¡Seré tuyo para siempre!".

Gritó, tirando la cabeza hacia atrás mientras ella devoraba su cuello sin piedad, bombeándolo salvajemente, como les gustaba a los dos, duro, fuerte..., lujurioso.

"¡Oh, cariño! ¡Qué pervertido resultaste ser!". Michiko se burló entre jadeos. Él intentó mirarla con los ojos llenos de lágrimas y las mejillas rojas, moviéndose al compás de los empujes de su compañera.

"Mi---mira quién habla... ¡Ah!".

Michiko se rió y se agachó de nuevo para besar los pezones de su compañero, chupándolos con gula mientras seguía metiéndole el pene falso una y otra vez en el interior de su recto.

Ya era de noche tarde cuando Michiko se despertó, miró hacia a su lado y vio a Kaji dormir tranquilamente de costado, dándole la espalda, desnudo y abrazado a su almohadón. Adoraba verlo así, abrazado a su almohadón, se lo veía muy cariñoso, muy frágil a pesar de su edad y su carácter fuerte. A veces se dormía abrazado a ella, pero como ambos estaban acostumbrados a dormir solos, sobre todo ella, necesitaban su propio espacio para dormir.

Se le ocurrió probar otra pose de costado para despertarlo. Como Kaji tenía las piernas recogidas, ella se colocó detrás de su trasero, levantó una de las piernas y la subió hasta su cintura, apoyándola sobre su muslo mientras se arrodillaba a cada lado de la otra pierna, y acomodó el strapon contra el trasero de Kaji. Sonrió al verlo despertarse.

"¿Eh...? ¿Qué estás haciendo, demonio...? ¡Oh!". Enseguida comprendió, conocía esa posición sexual y era una de las que más permitía una profunda penetración. "¡Oye, espera!".

Tarde. Michiko empujó y le metió el strapon sin piedad, haciéndolo gritar. Inmediatamente siguió bombeándolo sin parar mientras sostenía la pierna arriba de su cadera. Kaji dio vuelta el torso, apoyándose con los codos sobre la cama mientras su cadera se quedaba de lado, siendo empujada continuamente por su maliciosa amante.

"¡Ah! ¡Ah! ¡Mierda! ¡Ay! ¡Ay!". Kaji gritaba y gemía como loco, con la boca abierta, sintiendo cómo aquel miembro falso rozaba las paredes de su recto, frotando su próstata interna, enloqueciéndolo, poniéndose rojo como un tomate, hirviendo de pasión. El éxtasis comenzaba a hacerse sentir en su cuerpo.