Perversión

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Kaji se dejó caer de espaldas sobre la cama de su departamento, llevando las manos a la frente, suspirado muy cansado.

"Maldición, me duelen mucho los ojos... ¿Sabes, demonio? Ese Ebina volvió a insinuarse conmigo ayer... Está loco... A mí no me gustan los hombres... Dice que quiere protegerme y todo eso... ¡Ja! Como si yo fuera una mujer...".

"Pensé que te había gustado lo de la otra noche..." Michiko se acostó a su lado, de espaldas, jugando con su rompecabezas.

Kaji la miró molesto.

"¿Estás loca? A mí sólo me gustas tú, tonta".

"¿Y por qué te dejaste penetrar por un hombre el otro día, eh?"

"¡Ay! ¡No lo digas así tan vulgar, demonio! Lo hice porque tú me lo pediste...". Le contestó, volviendo a mirar hacia el techo y cerrando los ojos.

Michiko se rió y dejó las llaves a un lado, apoyando el codo sobre la almohada y la cabeza sobre la palma de la mano, mirándolo.

"Eres un idiota... ¿Tanto me quieres?".

"¿No se nota?". Se llevó las manos atrás de la cabeza.

"Me pregunto hasta dónde eres capaz de llegar por mi... Oye, responde. ¿De qué serías capaz por mi?".

Kaji sonrió sin abrir los ojos.

"Ya sabes que soy capaz de todo por ti...".

Michiko sonrió triunfante y comenzó a acariciar con cariño el cabello de su novio.

"Entonces quiero que te conviertas en el novio de ese tonto de Ebina".

Kaji abrió los ojos como platos y se incorporó, sorprendidísimo.

"¡¿Cómo?! ¿¡Estás loca!? ¡Jamás! ¡Te dije que no me gustan los hombres!". Le dijo, furioso.

"¡Vamos! Sólo será por diversión!".

"¿Y todavía insistes? ¡Te dije que no, tonta!"

"Dime, ¿te gustó lo de la otra noche? No me mientas".

Kaji se mordió los labios y bajó la vista, volviendo a recostarse de espaldas y cerrar nuevamente los ojos.

"Bueno... Fue casi lo mismo que me haces tú... Pero el hecho es que no me gustan los hombres...".

"Ni a mí las mujeres, pero ahora quiero experimentar con Hiromi... ¿Sabes que anoche volvió a decirme que le gusto? Pensé en darle el gusto".

"Vete al diablo con tus experimentos. No me metas en esas cosas raras, demonio".

"¿Y por qué no? Hablo en serio, idiota, quiero que experimentemos con otras situaciones".

Kaji la miró, asustado.

"No, Daimon, una cosa es hacer esto sólo nosotros dos, pero meter a los demás..., no me gusta...".

Michiko sonrió tiernamente y acarició su mejilla.

"¿Por qué? ¿Tienes miedo de que te guste estar con un hombre o de que a mí me guste estar con una mujer?".

"No... Tengo miedo de lastimarlos... Si esto es un juego para ti, para ellos no lo será, ¿entiendes? Son nuestros amigos, no nuestros juguetes... Es cruel...". Le dolía en el corazón la idea de engañar a la pobre Hiromi. A pesar de que ella no lo quería, él siempre estaría ahí para protegerla, como aquella vez que la acusaron de mala praxis, y aunque nunca le confesó que él había descubierto el engaño, nunca esperó un gracias de parte de ella. Pero usarla como un juguete sexual... eso no estaba bien.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora