Michiko caminó hacia su bolso y lo levantó del suelo, sacando el consolador desmontable para colocárselo en el arnés que siempre llevaba puesto bajo la falda, por si se presentara algún momento íntimo con su novio.
Kaji estaba verdaderamente asustado y preocupado, sabía que Michiko estaba muy enojada con él y no sabía de lo que era capaz de hacerle estando así atado como estaba, a su merced.
"¡Oye! ¡No! ¡Ya te dije que no soy tu maldita mascota sexual! ¡Daimon!".
"No, eres mi esclavo, mi propiedad, tú mismo me lo dijiste muchas veces, ¿lo recuerdas?". Se acercó de costado y se inclinó para terminar de desabrochar el cinturón y los pantalones.
"Oye..., no...". Le pidió, casi en un susurro, entonces Michiko acercó su rostro al de él y le dijo muy suavemente mientras lo tomaba por la cintura con las manos, acariciando su piel con los pulgares para calmarlo:
"Dime que no te gusta esto, dímelo. ¿No te excita que tu novia quiera hacerte el amor así? ¿Inmovilizado? Puedo hacerte lo que yo quiera: besarte todo tu cuerpo..., manosear todo tu cuerpo..., joderte todo ese cuerpo tuyo que me pertenece... Vamos, sé que eres tan pervertido como yo, amor... Te gusta esto".
Kaji se le quedó mirándo muy fijamente por unos segundos y finalmente se rió, girando la cabeza hacia un costado, poniéndose muy colorado por la vergüenza.
"¡Oh, dios! ¡Sólo tú puedes enloquecerme así, demonio!". Ahora se sentía más tranquilo.
Michiko lo tomó de la cara y lo obligó a mirarla.
"Me gusta verte reír, cariño...".
Kaji se le quedó viendo con una expresión muy enamorada en el rostro.
"Lo mismo digo, demonio..., verte sonreír es una caricia para mi alma...".
Michiko sonrió, acariciando su flequillo.
"Realmente eres un mujeriego, dices cosas muy cursis, tonto...". Pero le encantaba, le encantaba cuando él era así, y lo besó apasionadamente en la boca y él respondió de la misma manera. Encendida, Michiko lo obligó a abrir la boca tanto como pudo para poder atrapar su lengua, haciéndolo finalmente gemir, retorciéndose de placer. "Quiero hacerte el amor..., hacerte mío, cariño...". Le susurró contra su boca.
"... Lo que quieres... ¡ah...! Hazme lo que quieras... Soy tuyo... Todo tuyo...".
Entonces Michiko comenzó a recorrer con su boca y su lengua cada centímetro del mentón de su amante, profundizando sus besos en su cuello mientras recorría su cuerpo con sus manos hambrientas y desesperadas, acariciando su torso desnudo hasta la cintura, haciéndolo gemir de pasión, revolviéndose sobre la cama, excitado e impotente por estar inmovilizado. Sentía como Michiko besaba, mordía y chupaba sus pezones, volviéndolo loco de pasión, encendiendo su fuego interior.
"Sólo a ti... sólo a ti te permitiría hacerme esto...". Le confesó.
"¿Es tu primera vez?". Lo besó en el estómago mientras comenzaba a bajarle los pantalones junto con la ropa interior.
"Si...".
"Para mi también... y me encanta tenerte así atado, sólo para mi...". Terminó de desvestirlo, se sacó la chaqueta y los zapatos e inmediatamente tomó las gazas que había desatado antes y las utilizó para atar las piernas desnudas de Kaji desde las rodillas hasta las esquinas de la cama en donde estaban sujetadas las muñecas de Kaji, dejándolo completamente indefenso y expuesto, con las piernas bien abiertas, dobladas y levantadas, listo para ser penetrado cómodamente. Entonces Michiko se subió a la cama, sobre Kaji, colocando sus manos a cada lado de la cabeza de su pervertido enamorado, acomodándose como una gata cariñosa entre sus piernas abiertas. Se agachó y lo miró directo a los ojos, posesiva y muy apasionada, acariciando su cabello oscuro. "Te amo..., y no permitiré que nadie más ponga sus manos sobre ti, eres completamente mio, Hideki Kaji".
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DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)
FanfictionA la cirujana Michiko Daimon nunca le interesó tener sexo ni novio, pero un día, cuando se pelea por enésima vez con su frustrante compañero de trabajo, descubre que tiene un lado dominante que quiere ejercer sobre él, especialmente con su lindo tra...