Reencuentro

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"Oye, Ebina, hay algo que me ha estado molestando todo este tiempo...". Le comentó Hara cuando se encontraron en la cafetería. "La novia de Kaji jamás apareció para acompañarlo durante su cirugía ni su convalecencia... ¿Se habrían peleado antes de que se enfermara?".

"Pues aún si fuera así, tendría que haber aparecido igual, ¿no crees?". Se sentaron en una de las mesas con sus respectivas bandejas de comida. "Ya te dije que me pareció una mujer muy cruel cuando la conocí".

"En ese caso no sé si me hubiera gustado conocerla... Quizás quedaron en malos términos, ya sabes el carácter complicado que tiene Kaji y lo mujeriego que es, terminó divorciándose de muy mala manera con su ex mujer".

"A este paso va a terminar solo como tú". Se rio, comiendo un poco de ramen con los palillos.

"A mí no me causa gracia eso... Sé que Nana regresará". Lo miró molesto, comiendo su porción de fideos con salsa de soja.

En ese momento apareció Kaji y se sentó con ellos con su bandeja.

"Oigan, les tengo una gran noticia...". Los miró muy emocionado, afirmándose sobre la mesa como si fuera a revelar un gran secreto. "El director Hiruma me dará el caso del hijo mayor del presidente Kurawa".

"¡Oh! ¡Felicidades! ¡Como es el hijo del Director de la Asociación Deportiva del Japón recibirás una gran suma de dinero como regalo!". Lo felicitó Hara.

"Gracias, gracias". Le dio un bocado a su sopa ramen, muy ilusionado.

"Todo mejora cuando no está Daimon, ¿no?". Agregó Ebina, sonriendo feliz.

"Si, no hay duda. ¿Hace cuánto se fue?". Quiso saber Hara.

"Cuatro meses". Respondió Kaji.

"¡Cuatro meses! Y al Perú... ¿Un país latinoamericano, no? Sólo ella sería tan intrépida como para hacer eso".

"¡Ojalá no vuelva nunca!". Declaró Ebina, concentrado en su comida.

"¡Que no vuelva nunca más!". Exclamó Hara.

Ambos miraron a Kaji, esperando su descargo, como siempre hacían cuando Michiko se iba a pasar aventuras a otro país. Kaji los miró, atragantándose con los fideos.

"¡No vuelvas más, demonio! ¡Quédate en donde estás!". Mintió en voz alta. Los tres se miraron y se rieron, siguiendo con su comida.

El caso de Kaji era fácil, tenía que realizarle una cirugía laparoscópica para extirpar unas piedras hepáticas, pero también era difícil a la vez porque las piedras estaban muy cerca del páncreas y el caso podía complicarse si alguna piedra de escapaba del hígado y pasaba al páncreas.

Su padre quería una cirugía laparoscópica para que su hijo estuviera listo en unos días para tomar su nuevo cargo como sub director de la asociación, prometiéndole a Kaji una buena suma de dinero a cambio. Pero en una comunicación telefónica con Michiko, ella le había advertido que si no hacía una cirugía abierta, era muy posible que una de las piedras pasara al páncreas complicando todo el cuadro del paciente. Kaji sabía que un final así podría ser muy posible, pero también había una pequeña posibilidad de que todo saliera bien con la cirugía mínimamente invasiva y recibiría su abultado regalo.

No sabía qué hacer. Pero cuando llegó el día de la cirugía y con el bisturí en la mano, Kaji finalmente optó por la cirugía abierta, descubriendo en el proceso el principio de un tumor hepático.

A pesar de que todo salió bien, con las piedras extirpadas al igual que el tumor, Kaji no pudo escaparse de la furia del director Hiruma ni del presidente de la asociación, que tampoco le dio el regalo prometido. Tras haberle realizado la cirugía abierta en vez de la laparoscópica, la recuperación del paciente iba a ser más larga y su ascenso como sub director iba a tener que posponerse, causando un costo millonario al empresario.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora