Lección

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"¿Estás loca, demonio? ¡No hare esta cirugía contigo!" Gritó Kaji, furioso. Odiaba que ella se metiera en sus asuntos.

"¡No te niegues! ¡Ya sabes que yo nunca fallo!" Gritó ella también, poniendo a todos nerviosos en aquella pequeña sala de reuniones del departamento de cirugía.

"¡No lo haré y se acabó!" Exclamó, tozudo, cruzándose de brazos y dándole la espalda.

Michiko apretó los dientes, realmente furiosa, tenía ganas de darle un buen golpe.

"Salgan de aquí" Les dijo a los demás con un tono de voz que no dejaba lugar a rechistar.

"Pero..." Quiso decir Ebina.

"¡Que salgan!" Gritó ella, haciendo que todos huyeran de la habitación despavoridos, cerrando la puerta tras ellos.

"No me harás cambiar de opinión..." Kaji se volvió, pero recibió tal bofetón que lo lanzó al suelo de golpe, en donde permaneció con la mano en la mejilla, asombrado.

Sin darle tiempo a reaccionar, se agachó y lo tomó fuertemente por el cuello de la camisa, furiosa.

"¿Cuándo vas a entender que siempre tengo la razón idiota testarudo?

"Es mi paciente. No te metas, demonio" La fulminó con la mirada, desafiándola. Entonces allí fue en donde ella perdió el control de si misma y le dio otro bofetón tan fuerte que le hizo dar la cabeza contra el suelo, dejándolo aturdido e indefenso.

Entonces Michiko, excitada al verlo indefenso, aprovechó para subirle la bata y desabrochar el cinturón, desnudándolo.

"Te voy a enseñar a no contradecirme, ya verás, idiota" Decía mientras lo desvestía y él gemía de dolor, confusión y miedo, sin poder recuperarse del golpe en la cabeza, sentía como si su mente estuviera envuelta en tinieblas espantosas.

Ya desnudo de la cintura para abajo, Michiko se dirigió hacia su bolso y sacó un vibrador recién comprado que planeaba usarlo con su amante en algún momento, decidiendo que el momento había llegado. Sin prepararlo, furiosa y excitada, enceguecida por el poder que tenía sobre él, se arrodilló, le corrió las piernas e inmediatamente se lo metió en el ano con tanta brutalidad y furia que lo hizo gritar dolor como nunca antes lo había escuchado, arqueando la espalda y con las manos presionando sobre el suelo con fuerza, sintiendo que esta vez lo había lastimado muchísimo, sintiendo cómo comenzaba a correr la sangre de su interior.

"Abre las piernas, maldita puta" Le dijo, furiosa. "Ahora entenderás que las cosas se hacen siempre a mi manera".

Entonces, separándole les piernas sin ninguna piedad y subirse una al hombro, Michiko comenzó a bombear salvajemente el vibrador dentro del ajustado trasero de su víctima, violándolo sin piedad, haciéndolo llorar, gritar y retorcerse como nunca de dolor.

"¡Ah...! ¡Por favor...! ¡Por favor...! ¡Ya basta...! ¡Me duele...! ¡Ah...!" suplicaba, pero ella no se detenía, enloquecida por el placer, el poder y furia. Quería hacer pedazos el culo de aquel hombre caprichoso y estúpido.

Luego de bombearlo salvajemente, le dejó aquel aparato sexual adentro y tomó la camisa y la bata y las abrió de un solo tirón, haciendo volar los botones hacia todas las direcciones y comenzó a acariciar su cuerpo y a besarlo efusivamente comenzando por su cuello, su pecho, sus hombros y finalmente su abdomen, creyendo que él lo estaba disfrutando como ella sin darse cuenta de que él murmuraba que se detuviera.

Después de recorrer todo el cuerpo de su amante, tomó de nuevo el vibrador y volvió a meterlo y a sacarlo con fuerza brutal dentro de su amante, haciéndolo gritar otra vez, pidiendo rogándole entre lágrimas que se detuviera, pero ella no lo escuchó, seguía muy excitada con la idea de abusar sexualmente de él, de darle una lección de quién mandaba de ellos dos.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora