DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)

En el baño

Agotado después de un duro día de trabajo, Kaji entró a su departamento dispuesto a darse un baño para continuar fresco son su trabajo. Luego de desnudarse, se metió bajo la ducha tras comprobar que tenía una temperatura adecuada. Ya se disponía a tomar el jabón cuando sintió que alguien lo empujaba de frente contra la pared, presionándolo con fuerza contra ella.

Con las palmas de las manos apoyadas sobre la pared, murmuró:

"¿D-Daimon? ¿Eres tú? Eso me dolió.

"Era lo que quería "Contestó ella, a su espalda, desnuda al igual que él, mojándose bajo la ducha.

"¿Ya estabas aquí cuando llegué?

"Si. Estoy esperándose desde las cinco de la tarde... "Comenzó a bajar lentamente la mano a través de la espalda de su compañero hasta llegar a su trasero, comenzando a jugar con su agujero "Y ya no quiero esperar más, ya sabes lo mucho que odio esperar..."

Le mordió el lóbulo de la oreja.

"¡Ah! ¡Pervertida! "Gritó él, tensándose.

"Mira quién habla... "Se burló ella, comenzando a besar su espalda, mordiéndolo de tanto en tanto, haciéndolo gritar y gemir de placer.

"Me encanta lo rápido que reaccionas a mis toques" Dijo ella, satisfecha y exitada.

Con la otra mano, comenzó a acariciar su cuerpo, su abdomen, su pecho, sobre todo sus caderas y muslos, apretándolos y pellizcando su piel. Kaji gemía como loco. ¡Era tan sensible y a ella le encantaba!

"No lo hemos hecho de pie aún, ¿verdad? "Dijo ella, pasando su lengua por la sensible columna vertebral de su amante.

"¡No...! "exclamó, alzando la cara hacia arriba con la boca abierta mientras ella asaltaba de manera salvaje el otro lado de su cuerpo.

"Bueno, vamos a tachar eso como tarea realizada...

Se agachó hasta estar a la altura del ano de Kaji, se relamió y tomó las firmes nalgas entre sus manos para abrir su tesoro. El agua caía sin para por todo su cuerpo, haciéndolo ver más sexy y más deseable.

Excitada, comenzó a lamerlo y a comerlo con gran gula, haciéndolo gritar de placer, parando su trasero para que ella hiciera lo que quiera con él.

"¡Ah! ¡Dios! ¡Demonio! ¡Por dios! ¡Ah!

Ella no pudo evitar sonreír.

"Decídete ya a quién vas a culpar, idiota"Le habló sin quitar la mirada de su posesión favorita, y continuó asaltando sin piedad aquel objeto de sus deseos.

Kaji no podía dejar de gritar y gemir, pegando la cara, las manos a la pared, sacando la cola hacia afuera para darle toda la libertad a su amante. Michiko estaba fascinada, era como si le estuviera leyendo la mente, se complementaban por completo en el sexo.

Luego de someterlo por un rato más a ese grandioso placer, Michiko se puso lentamente de pie mientras iba recorriendo con su boca cada centímetro de sus glúteos, su espalda y su cuello, haciéndolo estremecer de placer.

Ya en la nuca, le susurró al oído de manera  sórdida:

"Eres mío, Hideki Kaji, totalmente mío. Tu cuerpo me pertenece por completo y puedo hacer lo que quiera con él, no me importa si estás de acuerdo o no conmigo, pero vas a ser mi juguete sexual y harás todo lo que yo te ordene, ¿entendido?

"Si... "Asintió, en total sumisión.

"Perfecto "Asintió ella mientras iba bajando la mano hacia el trasero de su amante, comenzando a jugar con su ano con el dedo índice, realizando cirulos a su alrededor, en sus terminaciones nerviosas, haciendo que Kaji comenzara de nuevo a gemir de placer. Era una tortura muy placentera, no le importaba si no podía penetrarla a ella, eso lo había hecho con muchas mujeres en el pasado, pero ser abusado por ella de esa manera era el cielo para él... o el infierno.