DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)

Domingo

Kaji se despertó a la mañana con un gemido de placer, poco a poco tomó conciencia de lo que estaba pasando. Acostado de lado, con las muñecas atadas, dándole la espalda a Michiko, sentía que las manos de su amante iban y venían desde su pecho hasta sus caderas, acariciando toda su curva mientras sentía que era penetrado lentamente.

"¡Ah!" Gimió, retorciéndose, haciendo la cabeza hacia atrás, disfrutando el placer que le prodigaba su sensual amante.

"¿Te gusta este despertar?" Ella le susurró suavemente al oído, haciéndolo estremecer.

"Si..." Apenas pudo decir.

"En esta posición, penetrarte será muy suave y casi no te dolerá..." Le mordió el lóbulo de la oreja para después comenzar a chuparla, haciéndolo gemir de placer mientras ella comenzaba a bombearlo cada vez con mayor velocidad, Kaji trató de acomodarse un poco más, acercando su cadera a la de ella, permitiéndole que la penetración fuerza más profunda.

Ella lo abrazó mientras besaba sus hombros desnudos y seguía empujando cada vez más adentro de su amante con su juguete sexual.

"¡Agh! Duele..." Murmuró, cerrando los ojos con fuerza. "Pero me gusta... ¡Me gusta! ¡Ah!"

"Eres un maldito masoquista" Se burló ella, apretándolo contra sí, penetrándolo lo más que pudo, allí comenzó a bombear con más velocidad y violencia, tomándolo de la cadera para ayudarlo a empujar. Cerrando los puños y los ojos con fuerza, apretando los dientes para contener el dolor que lo hacía lagrimear, Kaiji disfrutaba de cada dura embestida a pesar de que le ardía fuertemente la entrada. Aunque sabía que se estaba lastimando, no le importaba con tal de sentir ese placer que Michiko le proporcionaba a su manera.

Luego de unos minutos más de placer, Michiko consideró que era suficiente para aquel hermoso pero maltratado trasero y se lo sacó, haciendo que él diera un último gemido de dolor y placer, respirando con agitación.

"Creo que te lastimé un poco" Notó algo de sangre en su juguete. "Vamos a tomar un baño, ¿quieres?

"¿Semi vestido? ¿No me desatarás primero?, se volvió para mirarla.

"No. Recuerda que eres mi rehén" Le tocó con cariño la nariz con la punta del dedo. "Ven, te ayudaré".

Kaji gimió de dolor cuando ella lo ayudó a sentarse, pero trató de soportarlo y la acompañó hasta el baño, en donde ella encendió la ducha y lo metió bruscamente bajo el agua mientras que con sus manos hambrientas comenzaba a recorrer todo su cuerpo sin compasión.

Kaji gimió de nuevo de placer cuando ella comenzó a devorarle el cuello sin piedad, obligándolo a echar la cabeza hacia atrás. La camisa y la bata de Kaji estaban completamente empapadas, cayendo por detrás de su espalda y sus brazos, exponiendo sus hombros desnudos a la voracidad de su amante que comenzó a morderlos y a besarlos con lujuria mientras lo sostenía por la espalda, haciéndolo gemir de placer.

"Te ves tan sexy e indefenso así..." Le decía Michiko, excitadísima mientras le mordía la clavícula dejándole una marca.

"¡Ah! ¡Eso dolió!" Gritó, retorciéndose de placer.

Luego, Michiko comenzó a recorrer su pecho con la boca, succionando cada pezón como si no hubiera un mañana, bajando sus manos hasta la cintura de su amante, acariciando cada pulgada de aquella zona. Kaji se sentía deshacer de pasión y comenzó a gritar cada vez más fuerte, cerrando los ojos mientras se echaba para atrás. Estar atado bajo el dominio de aquella mujer dominante, lo excitaba como nunca.

Después, las hábiles manos de la Doctora X tomaron fuertemente de los glúteos de Kaji, haciéndolo gritar de la sorpresa. Ella lo miró maliciosamente.