Intimidad

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La recuperación de Kaji tomó casi dos meses, Michiko y Akira se encargaron de cuidarlo como le habían prometido a su madre cuando él regresó a su departamento después de salir del hospital. Akira se quedaba con él las horas en que Michiko iba a trabajar y ella se quedaba todo el resto del día. Ebina, Hara, Morimoto y Hiromi iban a visitarlo cada vez que tenían un día o un momento libres. A pesar de las circunstancias, fueron días muy felices para Kaji al tener a Michiko a su lado por tanto tiempo en un ambiente que no fuera en el hospital y sin que le estuviera gritando a amonestando. Casi como cuando estaban en Wakkanai.

"Gracias, mamá, cuídate tú también...". Se despidió y cortó el teléfono, dejándolo en la mesa de luz, suspirando un tanto triste. Estaba sentado en la cama, vestido como siempre.

"¿Terminaste? ¿No te gustaría salir a caminar para distraerte un rato?". Le preguntó Michiko, poniéndose de pie para acercarse a la cama, sentándose a su lado.

"Si, me gustaría, pero... me gustaría más tener un momento íntimo contigo... Hace tanto tiempo que no lo hacemos...". Se sonrojó ligeramente, jugando con sus propias manos, mirándolas.

"Qué coincidencia, yo estaba pensando lo mismo...". Le sonrió. Le resultaba increíble que él, siendo mayor y con más experiencia que ella en el sexo, era mucho más tímido. Le resultaba adorable.

Entonces ella le dio un beso en la mejilla y se levantó, se sacó lentamente toda la ropa frente a él sin dejar de mirarlo un segundo y luego se puso el arnés con un dildo más pequeño, sonrojando aún más a Kaji, que hizo la vista a un lado.

"Como tu doctora, creo que ya puedes tener relaciones sexuales con tu amante...". Se acercó a él, se agachó y lo tomó por las mejillas, obligándolo a mirarla y lo besó en la boca con gran pasión. Él respondió pero con más calma, cerrando los ojos. Así estuvieron por un rato hasta que Michiko lo recostó lentamente sobre la cama, comenzando a desabotonar su camisa sin dejar de besarlo. Kaji comenzó a gemir bajo su boca, sintiendo que su corazón comenzaba acelerarse poco a poco por la emoción de hacer el amor. "Esta vez seré muy suave contigo, mi amor, no quiero hacer que te duela mucho...".

Mientras iba sacándole la camisa, Michiko se acomodó entre las piernas de Kaji y comenzó a recorrer el cuello con su boca y su lengua, haciéndolo con gran suavidad, como si tuviera la cosa más frágil entre sus manos, luego, pasó a besar su hombro derecho mientras acariciaba su torso con las manos. Kaji, con los ojos cerrados, gemía suavemente, agarrándose de las mantas. Una vez que lo despojó de su camisa, Michiko pasó a succionar sus pezones, primero uno y luego el otro, dejándolos, duros, erectos y enrojecidos, la respiración de Kaji se había vuelto rápida y corta, volteando la cabeza hacia un costado, excitado.

"Extrañaba mucho pasar este tiempo contigo...". Le confesó Michiko mientras desabrochaba el cinturón y el pantalón, besó tiernamente la cicatriz que había en el costado del abdomen de Kaji, la única evidencia visible de su cirugía pasada. Ya completamente desnudo, ella volvió a acomodarse entre las piernas de su amante, besándolo en la boca y abrazándolo por el cuello y la nuca, acariciando su cabello. Se apartó un poco para mirarlo a los ojos.

"Seré muy suave, pero si sientes que te duele la herida quirúrgica me avisas y nos detendremos, ¿sí? Nada de aguantársela, no quiero que se te forme una hernia o te duela la cabeza, ¿entendiste?".

"Si". Asintió mansamente. Michiko sonrió y se llevó la mano hacia el dildo.

"Abre las piernas, hazlo con cuidado, sin exagerar...".

Kaji obedeció hasta que quedó en una pose muy sexi y delicada, miró a Michiko, entre asustado y ansioso, entonces ella le sonrió y volvió a besarlo, con más pasión, relajándolo. En cuanto vio que ya no estaba tenso, metió lentamente la punta de strapon en la entrada de su amante, haciéndolo gemir con suavidad. Entonces él se abrazó del cuello de Michiko y cerró los ojos, tirando la cabeza hacia atrás, arqueando un poco la espalda. Interpretando eso como un ok de parte de Kaji, ella comenzó a meter y a sacar el strapon lentamente en el interior de su amante, moviendo las caderas suave y continuamente mientras colocaba sus manos a cada lado de los hombros de Kaji, comenzando a penetrarlo de a poco y lentamente. Kaji gemía acompasadamente, poniéndose muy colorado. Michiko se excitó mucho al verlo así, no había comparación con Hiromi en eso, ella parecía frágil pero era más dura que Kaji, menos emocional y sentimental y eso no la excitaba.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora