DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)

A pesar de todo... soy feliz

Michiko y Kaji pasaron todo el día del viernes repasando y corrigiendo la tesis, a veces Michiko se quejaba y pataleaba por aquel trabajo que odiaba hacer, pero cuando veía a Kaji tan entusiasmado por volver a ser una eminencia en la medicina, sujetaba su espíritu rebelde y se resignaba en ayudarlo con su proyecto, después de todo, él era su pareja y era su deber apoyarlo en vez de ponerle palos en la rueda.

Kaji estaba muy feliz por el apoyo de Michiko, además, ella le había dicho que era una tesis brillante y eso era mucho viniendo de una genio de las cirugías experimentales, así que le puso mucho empeño a su estudio. Practicó mil veces su monólogo ante una audiencia imaginaria, siendo interrumpido de vez en cuando por las sugerencias estrafalarias de Michiko.

"Pero demonio, si hago eso mi tesis médica se convertirá en pura fantasía y nadie la tomará en serio". Detuvo su caminata, mirándola con reproche.

"Ya sabes que tengo razón". Se quejó Michiko, cruzándose de brazos, sentada en una silla como observadora de la exposición.

"Ya lo séeee. Tus técnicas estrafalarias siempre dan miedo y resultan un éxito, todos sabemos que eres una friki de las cirugías, pero no pretendas que los cirujanos de esta convención hagan lo mismo cuando no te conocen... Además, Daimon, es mi tesis y fue elegida para ser la representante del sistema universitario médico de Japón, no lo olvides, no se la puede cambiar a último momento".

"¡Uf! ¡Ya lo séeee! Pero qué pesado eres...". Se puso de pie y caminó hacia él, tomándolo sorpresivamente por la cintura, atrayéndolo hacia ella, posesiva. Kaji la miró con los ojos como platos, sorprendido.

"Daimon...".

"Te voy a acompañar mañana hasta que des tu tesis frente a todos esos inútiles, pero no me quedaré durante la recepción, odio socializar, ya lo sabes, amor...". Bajó lentamente una mano, recorriendo la silueta de su novio, haciéndolo estremecer.

"... Como quieras, pero recuerda que en la recepción habrá mucha comida...".

"¿Habrá mucha comida?". Michiko abrió los ojos desmesuradamente y lo soltó de golpe, entusiasmadísima. "¡Oh! ¡Comida gratis! ¡Por supuesto que me quedaré contigo durante la recepción! ¡¡¡¡Yupiiiii!!!! Ya mismo iré a ver la ropa que me pondré mañana, deslumbraré a todo el mundo, ya verás". Le dio un repentino beso en la mejilla y se fue a su cuarto por la puerta lateral, dejando a Kaji bastante confundido.

"Definitivamente esa mujer está loca...". Murmuró.

A la mañana siguiente, la convención comenzó a las 7 en punto como estaba previsto. El salón de convenciones del hotel estaba repleto de cirujanos, doctores de otros campos, periodistas especializados en medicina y empresarios del ámbito médico, algunos solos y otros acompañados por sus parejas o asistentes, todos ocupando las mesas con manteles blancos con copas para el agua y platitos con bocadillos, todos ubicados frente a una plataforma con pantalla gigante en donde cada médico exponía sus tesis frente a toda la comunidad médica.

Todos los médicos presentes llevaban puestas sus batas de doctor.

"¿No estás nervioso? Yo lo estoy...". Michiko se estremeció, encogiendo los hombros, mirando hacia todos lados. "Tanto idiota presumido junto me pone nerviosa y las tesis son todas aburridas".

Michiko llevaba puesta su bata de doctora sobre una blusa celeste y falda azul recta, llevando unos zapatos de tacón negros bastante altos. Más tarde se pondría algo más llamativo.

"¡Aish! ¿Entonces para qué viniste, demonio? Tú no estás acostumbrada a estos eventos. Yo solía asistir mucho a estas cosas antes de que arruinaras mi reputación, así que no estoy para nada nervioso". La miró con ojos acusadores.