Sábado...

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"¿Quieres un poco de café?". Michiko se lo ofreció con una gran sonrisa, Kaji le devolvió la misma sonrisa y tomó la taza, comenzando a beber aquel liquido amargo mientras se daba media vuelta, con la otra mano en el bolsillo de la bata de médico.

"Tenemos libre este fin de semana, Daimon, ¿podríamos aprovecharlo, no te parece? Hace mucho que no pasamos tiempo juntos".

"Bueno, yo ya me adelanté".

"¿Cómo?" Se volvió, sorprendido, de repente comenzó a sentirse mareado y terminó por desmayarse. Michiko lo sostuvo antes de que cayera al suelo.

"Bienvenido a mi fin de semana sádico, querido mío". Le pasó los dedos por el flequillo, peinándolo cariñosamente.

Poco a poco Kaji fue despertando, y se dio cuenta que estaba recostado de lado en una enorme cama de un lujoso hotel, vestido como estaba cuando se desmayo y... ¡con las manos atadas fuertemente con un pañuelo de seda rojo!

"¿Pero qué demonios es esto?" se incorporó, alzando las manos para mirar mejor sus ataduras.

"Es otro de mis fetiches... Secuestrarte para hacerte mío" Escuchó decirle a Daimon.

"¡Oh!" Se sorprendió al verla. Jamás en su vida se hubiera imaginado ver algo tan hermoso y sensual a la vez.

Michiko Daimon estaba vestida con tan sólo una erótica y delicada lencería roja y largas medias rojas con encaje. Sus uñas y sus boca estaban pintados con un rojo intenso y su cabeza estaba adornada con unos adorables cuernitos rojos. Era toda una diablesa.

"Te ves increíble...". Susurró como en una ensoñación. "Desde el primer momento en que te vi, supe que eras especial en todo... ¡Dios! ". Se encogió, estremeciéndose mientras se ponía colorado. "¡Me excité de solo verte así!".

Michiko, al escucharlo, se rió, poniéndose ligeramente colorada, llevándose la mano a la boca, mirando hacia otro lado. Pero cuando logró dominar su sonrojo, ella sonrió mientras colocaba una rodilla sobre la cama, mirándolo con el hambre pintada en su rostro.

"¿Por eso me pusiste el sobre nombre de "demonio"? ¿Querías darme una señal?" Apoyó las manos sobre la cama, seguida por la otra rodilla para comenzar a acercarse a él lentamente, como si de una inocente presa se tratara. "Tu apellido significa "Incendio", ¿no? Una demonio rodeada de fuego... Tu fuego... Me gusta cómo suena eso...".

Sin poder decir nada, Kaji se echó para atrás, mirando cómo ella se le iba acercando poco a poco, salvajemente, sensualmente. Tragó saliva, sintiéndose indefenso.

Michiko puso su mano sobre la rodilla de su amante, haciéndolo estremecer, luego puso la otra mano sobre la otra rodilla y lo obligó a separarlas para seguir subiendo lentamente sobre él sin quitarle la vista de encima hasta que lo obligó suavemente a recostarse sobre la cama, con ella encima, mirándolo a los ojos.

Kaji nada dijo, simplemente se quedó embelesado, mirando la hermosura madurez de su amante.

Entonces ella lo besó tiernamente en la frente, tomándolo por las mejillas para mirarlo a los ojos de nuevo.

"No entiendo cómo puedes soportarme, cómo puedes soportar todo lo que te hago... ¿Tanto me quieres? ¿O te excita lo que te hago?"

"Las dos cosas...". Sonrió, embelesado. Aún no podía creer la suerte que tenía el tener a esa despampanante mujer como amante.

Ella le devolvió la sonrisa y lo besó suavemente en la boca.

"Te adoro..." Le susurró, y comenzó a besarlo por todo el rostro hasta que capturó su boca con hambre, metiendo su lengua adentro, siempre dominándolo con salvaje fuerza.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora