redbook ➵ dilucxkaeya (genshin impact)

Prólogo

Cuando somos niños, es muy normal decir que colores nos gustan y cuáles no. Los gustos pueden cambiar con el paso del tiempo y también las personas lo hacen.

Sin embargo, en una perspectiva de un adulto demostrando una repulsión notable hacía algo así te da mucho que pensar. Así que como la curiosidad se convierte en algo más grande, las preguntas surgen, pero no se sabe cuándo es el momento adecuado para hacerlas.

La misma pregunta estaba en mente de todos en el orfanato, esa pregunta que temían por decir en voz alta con el temor de la respuesta o la reacción de, aquel entonces, pequeño pelirrojo llamado Diluc. Un niño como cualquier otro, pero su desagrado estaba en otro nivel: sentía odio por el color rojo.

Como una maldición o una bendición, su cabello y ojos eran de ese mismo color.

Nadie sabía a qué se debía, las teorías giraban en su pasado con alguna familia adoptiva o incluso de sus padres biológicos, pero simplemente no había explicación por parte del pequeño. Habían pasado seis años desde que llegó ahí y pronto cumplía la edad para tener que abandonar el lugar dejando otras a las buenas señoras y a los niños. No parecía preocupado. Era justamente lo contrario.

Tan pronto cumplió sus catorce años se marchó para poder llegar a una iglesia donde sería cuidado hasta la mayoría de edad, pero él no llegó jamás. Planeó escapar hacía mucho tiempo y se las arregló inteligentemente para llegar a Mondstand, lugar donde se convirtió en tal vez, el hombre más importante.

Grandes hazañas eran cantadas por los bardos en las tabernas y el entrenamiento en vivo para los comerciantes hablan de él y de su gran poder.

Demasiadas podrían ser sus obras, pero nadie sabía con certeza de su vida. Una infancia difícil causaba pena en cualquiera que lo escuchará, pero ese odio hacía un color en específico y su actitud tan misteriosa no ayudaba demasiado con su reputación en Mondstandt como en Liyue dónde también había asistido varias ocasiones en asuntos de relaciones comerciales. Así, pronto los rumores se expandieron como agua que lleva el río y con esto, el interés en más de uno también estaba alerta.

Diluc estaba en boca de todos hasta la llegada de un joven viajero rubio. La vista ahora estaba fija en él, y con toda esa atención, nuevos rumores para Diluc aparecieron; el más popular surgió luego de que el Viñedo Amanecer cayera en sus manos y Mondstandt enseguida se percató de un extraño libro el cual llamaron: El Libro Rojo.

Un libro con sus pensamientos, sus sentimientos reprimidos, deseos, ambiciones y el odio que llevaba cargando sobre sus hombros se descargaba ahí. El libro rojo pasó a ser algo ligado con Diluc sin siquiera estar seguros de su existencia, pero nadie más explicaba su extraña forma de llegar a tal nivel con la vida anterior que poseía.

La curiosidad podía ser letal para cualquiera y Kaeya estaba dispuesto a darlo todo por descubrir quién era en realidad Diluc y el libro rojo.