Un pequeño especial, espero les guste.^^
El cielo estaba color gris, una brisa helada chocó en su rostro que le hizo reír al saber que el invierno estaba cada vez más cerca. Se dió la vuelta y se topó con el semblante serio del pelirrojo, con sus mejillas y nariz ligeramente sonrojadas por el frío y sonrió al verle así.
-¿Listo? -preguntó el pelirrojo. El contrario asintió, pero su expresión cambió tal vez recordando algo más y entro6 de nuevo. Diluc negó esperándole y al cabo de unos instantes ya se encontraba frente a él. -¿Qué es?
-Mamá la tejió cuando era pequeño -dijo felizmente. -, úsala.
-¿Qué? -preguntó sorprendido. -Pero es tuya, es un regalo de tu madre.
-¡Úsala! -lo animó. -Es especial y por ello es calientita, ¿no es verdad?
Antes de que pudiese decir algo más, el contrario envolvió su cuello aquella bufanda de manera delicada y torpemente intentó sacar algunos mechones de cabello rojizos de Diluc, pero se detuvo. Su sonrisa se mantuvo en su rostro incluso cuando el pelirrojo medio acomodó su cabello con un poco de molestia. Suspiró y medio sonrió.
-La cuidaré por ti, solo está vez.
Dicho esto ambos emprendieron un largo camino hasta el Bosque Susurrante dónde usualmente recogía un poco de madera para casa. Diluc siempre insistía en ir solo, creía se ya ser una carga el que el padre de Kaeya le hayan permitido quedarse cómo para aceptar que le ayudase con tareas, pero aquella ocasión llevaría a Kaeya por petición de su padre.
No le sorprendía en absoluto ver al peliazul bastante feliz, le gustaba pasar el tiempo con Diluc ya que lo consideraba alguien interesante pese aquella actitud tan reservada que aún no lograba comprender. Era alguien curioso, no podía evitar querer saber más de él aunque fuese solo un poco y la invitación la aceptó sin titubear un solo segundo.
Caminando a su lado, taradeando una canción que escuchó de un bardo en la plaza de Mondstand, dirigía su vita de vez en cuando a Diluc quien acomodaba la bufanda en sus hombros cubriendo su nariz. Una risita salió de Kaeya y el contrario lo miró curioso.
-¿Qué es divertido?
-Nada. -sonrio mostrando sus dientes y se adelantó un poco una vez vio los grandes árboles frente a ambos. -¡Hace tiempo no vengo! Los árboles son gigantes.
-Ten cuidado por dónde caminas, Kaeya.
-Sip.
Diluc rió con esa respuesta. Le mostró dónde debía caminar para evitar trampas de cazadores y así llenar sus manos de madera que había en el suelo. No era tan complicado pues el otoño se encargó de tirar tantas ramas y hojas que no tardarían demasiado en hacer su trabajo.
Kaeya tomaría el lado contrario al pelirrojo y se reunirían en la entrada del bosque cuando sus manos estuviesen llenas. Kaeya asintió y se adelantó bastante emocionado tomando las pequeñas ramas que podía, de vez en cuando se distraía jugando con las hojas, divirtiéndose pisandolas y escuchando el crujido que estás hacían. Al cabo de un momento estaba listo para regresar a dónde habían acordado, pero de nuevo se distrajo por el sonido de las hojas crujir aún cuando él no estaba moviéndose.
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redbook ➵ dilucxkaeya (genshin impact)
Fanfiction《❝ El maestro Diluc, dueño del Viñedo Amanecer, ha permanecido en boca de los ciudadanos de Mondstandt por tanto tiempo que circulan rumores sobre su nivel en el reino. Sin embargo, uno en particular ha despertado el interés en más de un individuo:...