Diluc estaba recostado al lado del pasillo. Dentro estaría Kaeya ahora un poco mejor, podía levantarse de su lugar y mantener un poco el equilibrio aunque no recuperado completamente. A su lado estaba Albedo y Lisa realizando el tercer procedimiento para esa herida y con el paso de los días ahora parecía estar mejorando.
Una vez terminaron, ambos salieron a decirle las buenas noticias a Diluc.
—Solo necesita un poco más de tiempo y estará bien. Sin embargo, ambos tendrán que someterse a una largo tratamiento para poder utilizar su Visión... —explicó Albedo.
—Sinceramente no me preocupa esa parte. Ya no soy un caballero.
—Pero el Capitán Kaeya si lo es. —respondió Lisa. —Recuerde que Mondstandt necesita de ambos. Jean no puede encargarse de todo hasta la llegada del Gran Maestro Varka, suele tener ese sentido de la responsabilidad tan puesto en ella.
—Todo volverá a como era antes, ¿no le da gusto, maestro Diluc? —el mencionado no respondió. Si todo volvía a ser como lo era antes, eso solo significaba que Kaeya debía volver a servir como caballero y habría de nuevo esa distancia que hubo.
No le emocionaba mucho esa parte. No temía porque algo le sucediera a Kaeya, sabía que era capaz de superar cualquier obstáculo que se cruce en su camino porque confiaba en su fuerza y carácter. Lo que no le gustaba era el hecho de que había aceptado que lo amaba, no de verían por periodos largos de tiempo y no podía aceptarlo. Una extraña dependencia había nacido en él.
—Ante cualquier cosa, sabe dónde estoy. —esa fue la despedida del alquimista retirándose del lugar y con Lisa siguiéndolo.
Diluc suspiró. Pensar que esa dependencia estaba impidiendo que Kaeya continuara con su vida le parecía incorrecto. Sí, lo amaba y lo extrañaba a cada momento del día, pero cada uno tenía sus responsabilidades.
—¿Diluc? —la voz del menor se escuchó después de un rato. La puerta permaneció abierta después de que Lisa fuese la última en dejar la habitación. El nombrado se levantó y se movió hasta quedar en el marco, observando como el menor intentaba ponerse de pie. Al hacerlo perdió ligeramente el equilibrio y casi de inmediato sintió las manos del mayor puestas en su cuerpo ayudando a estabilizarlo. —Gracias.
—Kaeya, ¿de verdad estás seguro de que quieres volver a tu labor después de recuperar tu Visión y habilidad elemental?
—¿Por qué lo preguntas? —la confusión en la voz del menor le pareció demasiado adorable. No había pensado en lo inocente que puede ser algunas veces y, por alguna razón, le comenzó a gustar eso. —Creí que te alegrarías de que me fuera de aquí.
—Nunca dije eso... —murmuró.
—Lo pensaste. —río levemente. Una vez estuvo de pie, tomó con fuerza la mano del mayor e intentó caminar hacía fuera de la habitación, guiando al contrario a seguirlo y Diluc lo entendió completamente. —¿Podemos hablar? Parece que también tienes cosas que decirme.
—¿Quieres ir a la oficina?
—¿Me cargas escaleras abajo? —bromeó.
—No veo porque no podría hacerlo.
Kaeya río notablemente nervioso. El contrario pudo observar ese ligero sonrojo en su rostro aún tratando de ocultarlo con su cabello y su mano libre. Otra cosa favorita sumada a la lista de Diluc.
Una vez en la oficina, Kaeya no pudo sentirse más cómodo en ese sofá pese a no haber tenido con anterioridad una experiencia tan buena. Sin embargo, decidió ignorar ese hecho y simplemente llenó su mente de todas las preguntas que tenía para el pelirrojo.
Está vez Diluc no se alejaría, lo dejaría en ese sofá color vino y se sentaría a su lado. Tomando su mano como de costumbre, pero con la diferencia de que su mano estaba temerosa. Lo pudo notar Kaeya casi al instante en que la puerta de la oficina cerró detrás de ambos y así también no pudo evitar sentirse nervioso.
—Directa o indirectamente sigo provocándote problemas, Kaeya —escuchar eso lo confundió un poco. —. Dottore me dijo cosas que puede que sean verdad o que no lo sean, no estoy seguro de ello. De lo que estoy seguro es que necesito ser honesto contigo o no podré estar en paz conmigo mismo.
—Oye, cualquiera cosa que sea, voy a escucharte, ¿está bien? Para eso estoy. —Diluc simplemente quiso derretirse en su lugar. Sus palabras eran cálidas al igual que el contacto de sus manos. Estaba seguro y al mismo tiempo indefenso con el menor.
—Crepus Ragnvindr fue mi padre biológico.
—¿Padre biológico? ¿Cómo es posible...?
—Aún no se si creerlo, pero al momento de escucharlo supe que era verdad porque tal vez también siempre lo supe... —murmuró para si mismo. —Quería decírtelo porque eres la única persona con la cual puedo hablar de esto.
Kaeya asintió entendiendo. Para reconfortarlo puso su mano contraria sobre sus manos tomadas.
—Tenemos tiempo para hablarlo. No tienes que hacerlo ahora sí no quieres hacerlo.
—Lo hago ahora porque solo es cuestión de tiempo de que regreses a ser caballero, una vez puedas usar tu Visión y habilidades. Tal vez ya no podamos vernos como antes y las cosas volverán a ser como antes. Sé que lo que diré sonará egoísta, pero no quiero que te vayas... —diciendo esto, agachó la mirada, evitando ver a Kaeya. El menor estaba ligeramente sorprendido y también escucharlo decir eso lo ponía tan feliz. —Me he acostumbrado tanto a tu presencia que cuando nos separamos, pude sentirme incompleto. Fue horrible. No quiero que te vayas, no quisiera verte sonriendo para nadie más que no sea a mí.
Kaeya lo obligó a verlo y lo besó con necesidad. Jamás pensó que esas palabras lo hicieran tan feliz, aunque su emoción siempre estuvo presente desde que dijo que lo amaba sin miedo a pronunciarlo.
—Diluc, créeme que me siento de la misma manera. No puedo vivir un vida en dónde no estés tu a mi lado, también me he sentido tan dependiente de ti. Aunque me recupere del todo y pueda usar mi Visión, no me harás marcharme de dónde estás. Porque eres lo único que tengo y yo soy lo único que tienes, ¿no es así? —río.
—Es verdad. —sonrió levemente. Esa misma sonrisa con la cual Kaeya despertó del coma ahora podía verla frente a él tan claramente.
—No pude decírtelo en ese momento, pero ahora que sé que te sientes de la misma manera... Te amo, Diluc Ragnvindr.
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redbook ➵ dilucxkaeya (genshin impact)
Fanfiction《❝ El maestro Diluc, dueño del Viñedo Amanecer, ha permanecido en boca de los ciudadanos de Mondstandt por tanto tiempo que circulan rumores sobre su nivel en el reino. Sin embargo, uno en particular ha despertado el interés en más de un individuo:...