XIV

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Los resultados de la investigación seguía a paso lento, realmente se trataba de un panorama desesperante tanto para Diluc como Kaeya, pues este último había pasado los últimos días soportando el dolor de esa herida que rápidamente estaba extendiéndose. Su capacidad iba en decadencia; sin embargo, ya no se molestaba ni siquiera un poco en prestarle atención cuando su mente daba vueltas y, por muy sorprendente que suene, estaba preocupado aún más por Diluc.

Escuchó con atención lo que tenía que decir, escuchó cada palabra y también logró percibir algo en el pelirrojo. Era algo nuevo ya que nunca había visto a Diluc con esa expresión tan débil y con su voz temblorosa.

Por un solo momento, sintió lástima. No conocía del todo la vida de Diluc antes de llegar a su hogar con su padre, nunca le había interesado lo suficiente, pero ahora era diferente. Porque sabía que Diluc ocultaba mucho más en ese libro misterioso. Su odio tenía razón, quería saberlo, no estaba seguro de si solo aquel suceso de la muerte de su padre había sido suficiente para realmente sobrepasar su límite. Quería saberlo, se moría por saberlo.

Kaeya fue llevado por Diluc hasta la sede para ver a Jean y Lisa. Lisa por su parte había encontrado una manera de retrasar el efecto en su cuerpo y Jean necesitaba hablar seriamente con Diluc sobre las misiones que los caballeros estaban realizando.

—Algo no está bien —comenzó la rubia después de ver qué Kaeya y Lisa partían a la biblioteca. —, Sora y Amber han estado buscando lo que han podido en los avistamientos de Magos del Abismo y pese a poder interrogar algunos, ninguno nos ha dado información.

—No hay razones para sospechar de los Fatui si eso quieres decir. Albedo y Sacarosa también sospecharon lo mismo pero no hay rastro —suspiró un poco irritado. —. Tal vez en Liyue haya algo que estamos pasando por alto.

La rubia se recargó en su escritorio observando con una media sonrisa a Diluc quién estaba buscando más opciones en su mente, ignorando el hecho de que ella estaba ahí y que su mirada estaba posada en el pelirrojo. Cubrió su boca ocultando que se escapara una risita.

—Maestro, ¿de verdad hace esto por Mondstandt?

—No hace falta que me digas así, lo sabes —dijo por lo bajo. —. Tampoco veo la razón por la cual no haría esto por Mondstandt.

—Sin ofenderlo, creo que Kaeya es más importante. Mondstandt está al cuidado de los caballeros, de los Cuatro Vientos y también de Barbatos. Sus hazañas como caballero han son múltiples y el tiempo no alcanza para agradecerle a usted por su labor —pausó un momento. Diluc estaba mirándola sin expresión alguna en su rostro. —. Kaeya tomó una gran responsabilidad cuando usted dejó de ser capitán, no tenemos caballeros con la capacidad de usted y él. Piense por favor que ayuda más a Mondstandt manteniendo a nuestros caballeros.

—Jean, por favor —soltó una risa burlona. —. He cuidado de Kaeya desde que éramos niños, lo que hago no es solo por él, Mondstandt es más importante para mí.

—¿Está seguro de eso?

No contestó para cuando Lisa ya se encontraba dentro mencionando que Kaeya estaba afuera esperando. Diluc agradeció a ambas y salió, dejando a Jean bastante satisfecha pese a no haber recibido una respuesta, pero aquella expresión de confusión fugaz le fue más que suficiente.

—¿Le preguntaste? —habló Lisa cruzando sus brazos. —Kaeya parecía estar desesperado por ver a Diluc en el corto momento que fuimos a la biblioteca.

—Sospechaba que algo había pasado en la bodega. Ambos nunca habían estado tanto tiempo juntos después de lo del viñedo.

—Es verdad... —suspiró la castaña. —¿No son adorables?

—Señorita Lisa... —regañó Jean. —Tiene razón.

redbook ➵ dilucxkaeya (genshin impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora