Prólogo

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Y ahí estaba el Moreno.

Mirando el río mientras la piedra que había lanzado dio un pésimo rebote en la superficie del agua y sin más se hundió en esta, suspiró mientras se acunclillaba y se hundía en su propia miseria con un aura depresiva.

Pues hace días, había visto el mejor lanzamiento de una piedra en el río, de un niño de su edad azabache. Y también, el niño más lindo que había visto nunca.

Entonces cuando planeaba rendirse e irse sintió una presencia a su lado, no podía creerlo, está ahí, aquel niño que ansiaba ver, el azabache lanzó perfectamente una piedra que logró llegar a la orilla con éxito.

_¿Intentas llegar al otro lado? -le cuestionó este sin verle-

_si -respondió el Moreno admirado de aquel niño y mirándolo con cierto brillo en los ojos-

_¿frustrado? -volvió a cuestionar aquel niño, pero esta vez al verle, un sonrojo se hizo notable- ¿eh? ¿Tengo algo en la cara? -dijo y es que estaba nervioso de ver como aquel Moreno le veía-

_eres... Sorprendente -le dijo saltando de su lugar hasta estar cerca del azabache-

El azabache retrocedió un poco por la impresión, pero intento no verse intimidado.

_lo se -respondió algo titubeante-

_eres un shinobi, ¿cierto? -está vez le interrogó el moreno-

_si - le respondió este suspirando- desearía no serlo -volvió a lanzar otra piedra con más certeza que antes- desearía acabar con la guerra

_ya no más muertes -continuó el Moreno-

El azabache le miró

_sabes, no se por qué continuamos una guerra, cuando ni siquiera se sabe el motivo de esta....

_que se le puede hacer, los adultos creen que... - hizo una pausa frunciendo el ceño- todo se resuelve mostrando su poder....

_sería mejor que hablaran

_y entendieran y respetaran

_los diferentes puntos de vista

_y ser uno solo en lugar de enemigos

_una alianza

_¿eh? -le miró el azabache nuevamente-.

_una donde existe paz, donde las nuevas generaciones no tengan que sufrir los pecados de un adulto y la guerra deje de existir

El azabache miró entonces los ojos soñadores de aquel niño que tenía a su lado, no creía que alguien más lo entendería a la perfección. Sonrió inconscientemente.

El Moreno se sentía igual y le miró sonriente y este le devolvió la sonrisa.

_Hashirama

_¿eh?

_soy Hashirama -dijo el Moreno saltando hasta el otro extremo el río -

_un shinobi no revela su identidad.

_por eso no te dije mi apellido.

Sonrió levemente, pues aquel niño era un misterio que el inconscientemente quería resolver.

_Madara - respondió de vuelta- mi nombre es Madara.

Y ambos lanzaron una piedra de cada parte que llegó al extremo de sus orillas.


No lo sabían entonces.... Aquello era un lazo más profundo del que se imaginaban.

Eclipse  (HashiMada) (yaoi) (tobiizu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora