Eclipse Parcial

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La noche había caído en Konoha, pronto los aldeanos se resguardaban  en sus hogares, los puestos se iluminaban por los faroles y ahora era momento de las parejas.

El viento soplaba ligeramente, acariciando las pieles, de los expuestos aquella noche, tranquila y normal en la villa.

Hiashi había disfrutado toda su tarde con aquel castaño que había conocido, sencillamente se encontraba feliz, de tener a otro amigo. Cuando se despidieron, se dirigió al distrito Uchiha, que al verlo entrar, no dudaron en cuestionarlo, donde se había metido en todo el día.

Tobirama ya le había comentado a su hermano sobre el festival, que sería dentro de 15 días, por lo que, enseguida se dirigió a la torre Hokage para hacer los respectivos preparativos, junto a su querido azabache, que simplemente asintió.

Pero Madara lo conoce muy bien, Hashirama se encontraba extraño, algo había en su mirada, que él podía analizar y llegar a la conclusión de que, al castaño le sucedía algo.

Se cruzó de brazos esperando a que Hashirama le mirara, pero este estaba por primera vez, tan concentrado en el papeleo que realizaba, que ni siquiera noto a su amado Madara mirándolo en busca de respuestas.

Nuevamente el morocho quedó sorprendido por tal repentino cambio, sabía que algo le ocurría al moreno.

Hashirama analizaba algunos papeles, pero uno le llamó la atención.

Con frecuencia  recibía cartas, la mayoría de distritos y sus quejas  pero esta no era para el, si no para Madara.

Le entró curiosidad y sin más, leyó la carta como si se tratara de la suya.

Quedó demasiado asustado para su gusto, aquella carta no podía significar algo bueno.

"pronto los ojos de Indra volverán a mi"

"tu volverás a mi"

No había nada más escrito, tan solo aquellas palabras... ¿Qué podía significar aquello? Arrugó aquella carta y la tiró al bote mientras meditaba su situación.

Algo le decía que las cosas apenas comenzaban y que ese posible festival, sea el apogeo del problema.

El morocho ya cansado del repentino cambio de actitud del castaño,suspiró, pues ciertamente ya había intentado de todo para llamar su atención, pero este estaba tan sumergido en sus pensamientos, que ni notó cuando el morocho le había lanzado un amattersu, por su puesto que ya extinguió aquellas llamas. Pero el seguía sin inmutarse.

Tenía una idea, que el desde ahora le  llamaba , la vieja confiable.

Se acercó con cautela, mientras el moreno miraba un punto fijo en el escritorio, apoyando sus codos en este y con sus manos sosteniendo su barbilla.

Se agachó hasta quedar entre el hueco del escritorio, de tal forma que parecía escondido, miró al castaño que aún no se inmutaba, chasqueo la lengua y bajó parte de la tela de los "pantalones" del castaño dejando a la vista su miembro.

Hashirama aún seguía en su mundo.

Madara pasó saliva, pues no era tan pequeño, realmente, esa cosa parecía una enorme serpiente. Aún recordaba como se atragantó la última vez.

Miró nuevamente al castaño, en busca de que este le mirase y así poder arrepentirse. Pero nada.

Suspiró encogiendose de hombros, llevando sus manos a aquel pedazo de carne para guiarlo a su boca.

Dio un casto beso en el glande del mayor, y luego a los alrededores, comenzó a sober tan solo la punta, mientras su mano comenzaba a moverse de arriba hacia abajo.

Eclipse  (HashiMada) (yaoi) (tobiizu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora