Eclipse (HashiMada) (yaoi) (tobiizu)

Un Secreto de Amantes

Habían partido a penas la lluvia se detuvo y los rayos del sol surgían.

Los Hyugas al parecer no estaban enterados de la travesura que los amantes habían hecho en aquel lugar. Aunque claro que Madara cayó dormido, como virgen que se respeta en su primera vez, teniendo un oral.

Viajaban a paso veloz, pronto estarían cerca de Konoha.

.....

....

__no puede ser vienen pronto...

__por fin hablas, ¿quién viene?

El azabache tenía el rostro hecho un tomate y es que después de tan candente acción que habían hecho el día anterior, se sentía tan avergonzado, que a pesar de estar en la torre Hokage ayudando y estando cerca del albino. Se había quedado en completo silencio.

__¿qué, acaso extrañaste que te hable? Quien lo diría... -aprovechó para molestar al albino que le miró con una sonrisa de lado-

__ si así es...

Y nuevamente se hizo un tomate viviente, se sentía avergonzado, no se arrepentía de haberse entregado al albino, de hecho lo haría de nuevo sin dudarlo, pero... Ese era el pero, el estaba enamorado del albino... Aunque si es cierto que en algún tiempo lo odiaba, el amor era más fuerte que eso, pero,¿que sentía el albino hacia el? Ese era el problema.

Carraspeo cambiando de tema de inmediato mientras intentaba controlar los latidos desenfrenados de su corazón.

__mi hermano y Hashirama-San vienen pronto...

__ya veo... ¿Crees que hay que decirles?

Decirles... Ni hablar no lo haría, de seguro y su hermano castraría a su amor platónico, aun lo necesitaba.

__no.

__¿estas Seguro? ¿Y si esa cosa que esta cazando a tu hermano, viene aquí?

__ah... Te referias a eso... -soltó una risa nerviosa-

__¿qué piensa esa cabecita tuya? Izuna... -le miró arqueando una ceja-

__estúpido Senju...

__Uchiha bastardo...

__con que agresivo...

__con que respondón..

Y el albino se abalanzó sobre el menor y este intentando huir, pero en vano, quedó acorralado entre la pared, el albino acercó sus labios a los del menor listo para dar un beso.

Pero el azabache negándose a ceder así de fácil (aunque ya lo había hecho), volteó su rostro y el albino se topó con su mejilla.

Gruñó por aquel acto y el menor soltó una risa divertida, frunció su ceño inconforme y le dió una mordida a la mejilla del menor, que no tardó en carcajearse.

__está bien juguemos tu juego, Izuna.

Amaba que le llamara por su nombre.

__pensé que no lo harías.

Y rodeo con sus brazos, el cuello del mayor listo para darle un beso, pero el albino volteó su rostro y el beso se perdió en sus mejillas.

__¿qué? -le miró sorprendido por tal repentina acción- ¿no querías un beso?

__dije que voy a jugar tu juego, no te dejaste besar... Yo tampoco -sonrió triunfante y arrogante, liberándose del agarre del menor-

__estúpido Senju...