Eclipse (HashiMada) (yaoi) (tobiizu)

Enamorarse

Y es que le resultaba de lo más extraño, muy extraño de hecho.

Tanto, que juraría que su cerebro saltaría de su cabeza y gritaría un sonoro: ¡renuncio!

Dió un bufido exasperado que alertó a un azabache que fue veloz hasta el con preocupación.

Ah, cierto.... Lo hacía por el

__¿te encuentras bien? ¿Encontraste algo? ¿Qué sucedió? -preguntó un azabache mirándole con cierta intriga y algo de temor- ¿Tobirama...?

El albino negó sobandose su nuca cansado...

Había unos pergaminos que había encontrado... Pero Estos parecían una especie de criptografía con sellos ninja.

__encontré estos pergaminos -dijo señalandole y pasando sus manos por su rostro-  no entiendo lo que dice... Mejor dicho no está escrito del todo... Tiene una especie sellos...

__¿algo así como una caja secreta con llave? -interrogó tomando y abriendo uno de ellos-

__pues... Si, básicamente si -miro un punto fijo en la Mesa mientras meditaba- pero... Hay un pequeño escrito que dice... Montañas ermitañas...

__¿es así? -dijo buscando con la mirada aquel escrito- ni hablar... No podemos salir de konoha y dejarla desprotegida...

__yo se Izuna... -dijo el albino- pero tampoco sabemos si se revelará allá o tan solo es que vino de ese lugar...

__bueno, eso es cierto -suspiro el azabache- ¡hey! Mira esto -le dijo mostrándole su hallazgo en los pergaminos- es una mezcla de estilo fuego y...

__estilo agua -dijo analizando aquellos sellos- será posible que...

__¿se abra si los hacemos al mismo tiempo? -cuestionó el azabache- vaya, esa cabeza blanca tuya si piensa -se burló el menor-

__debo decir lo mismo Uchiha -le dijo sonriendo ladino-

__vaya Senju, quien diría que me ayudarías...

Y es que a veces se les pegaba ese ego inquebrantable y se creían todo poderosos.

Izuna le miraba con una sonrisa de lado, cruzado de brazos, mientras que, su cabello largo recogido en una coleta baja, se encontraba posando en su hombro izquierdo.

Tobirama no pasó desapercibido aquel detalle del Uchiha.

Su cabello descansando en su hombro mientras que sus largas hebras, finas, de un color tan negro y brillante, con ese toque característico de azul... Caían como cascada donde si se podía ver su fin.

Y es que para el albino el azabache tenía un rostro perfecto...

Tan blanco, tan terso... Parecía de porcelana.

Esos labios de un rosa tan claro que le daban vida a ese rostro tan bello que el había visto.

Sus rasgos y facciones tan delicadas, algo varoniles pero no estoicas, tan finas que se asemejaban al de una mujer.... Corrección... ¡Mejor! Que una mujer.

Aquellos ojos de tamaño mediano, decorado con sus espesas y abundantes pestañas negras, que le daban una mirada profunda... Y por si fuera más perfecto.

Aquel negro de sus iris, que parecían no tener pupila...pero ahí la tenía, a penas se notaba.

Aquel brillo que sus ojos tienen cuando se le sube ese ego y ese coqueteo...

¿Coqueteo?

Espera, ¿Izuna lo está coqueteando?

Sonrió aún más ladino mirándole a esos ojos espetantes.