Luna Gibada

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Izuna amaba a su hermano, de eso no cabía duda, lo amaba demasiado.

Madara amaba a su pequeño Izuna, de eso nadie dudaba, lo amaba con el alma y era capaz de hacer TODO por él.

Los Uchihas entre ellos siempre fueron amorosos, pues, con los demás, demostraban su grandeza y su orgullo al máximo, pero entre ellos, demostraban cuan sensibles y divertidos podían ser.

Por eso, en varias ocasiones, Madara e Izuna solían conversar tranquilos, amenos y disfrutar de las tonterías que se decían o criticaban a la gente que recordaban. La ventaja de ser hermanos.

Izuna aún recuerda, cuando su adorado padre les había descubierto en una escena graciosa y vergonzosa.

Ellos vestidos de mujeres y fingiendo diálogos, de los Senju... Algo típico en ellos si se ponen a pensar en eso.

Pues ahora no era la excepción, ambos hermanos Uchiha, hablando de los hermanos Senju. Quejándose y haciendo alguna que otra broma.

4 días para que comenzará el festival, Hashirama se encontraba atendiendo asuntos pendientes y pues, Madara estaba descansando en su gran casa, con la comodidad de estar solamente con su amado hermano menor. Suspiró cuando le vio llegar a Izuna con una sonrisa genuina y con toda la paciencia del mundo.

No podía evitar recordar, al resto de sus hermanos, como los extrañaba, de seguro estarían haciendo ahora posible desmadre y, seguramente el mayor, osea el hermano Mayor de Madara, el verdadero heredero del clan -si es que estuviera vivo- hubiera castrado a su amado Senju, hace tiempo.

Sintió un cosquilleo y pronto su cuerpo se relajó al sentir las cálidas y suaves manos de Izuna sobre su cabeza y cabellera. Sintió una bella sensación reconfortante al sentir como el duro piso, era remplazado por las piernas de su Hermanito. Se dejó hacer totalmente, a Izuna le encantaba tener esa oportunidad.
Hacer un sin fin de ridículos peinados al mayor, como, trenzas, coletas y otras que se le ocurrían, como la vez que le hizo rulos o simplemente acariciar esa cabellera de aspecto erizado pero muy suave realmente.

Disfrutando del pequeño silencio, Izuna decidió romperlo, dedicando una sonrisa a su hermano.

__te ves pensativo...

__algo... Supongo.

__¿el pasado? -Izuna ya lo conocía, agradecía inmensamente estar vivo, de lo contrario, Madara hubiera enloquecido hace tiempo-

__si... Disfrutaría ver a Ni-San castrar a Hashirama. -soltó una leve risa ante la imagen mental-

__huh, es raro que tu digas Ni-San -bromeó el menor-

__supongo que tienes razón -el azabache mayor cerró sus ojos dedicándose a relajarse aún más-

__yo recordaba en cambio... La vez que casi nos descubre nuestro padre vestidos de mujeres. -soltó una leve risa divertido-

__los vestidos de mamá eran cómodos -Madara también acompañó la risa con la suya- fue gracioso.

__si, también aquella vez que casi le rompemos un brazo a Hashirama-San.

__oh recuerdo ese día -otra carcajada salió de Madara ante el recuerdo- me dijo gordo...

__los dangos te engordaron una temporada.

__maldito seas, metabolismo....

__esa es en cambio mi bendición -sonrió triunfante Izuna terminando una trenza y deshaciendo la misma- nunca engordo.

__malditos sangre azul... Por cierto, ¿has entrenado a Kagami?

Izuna hizo una clara mueca visible para Madara, levantó una ceja al verlo así.

Eclipse  (HashiMada) (yaoi) (tobiizu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora