Eclipse penumbral

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Sus ojos se abrieron en asombro y su boca quedó en silencio cuando unos labios se posaron sorpresivamente sobre los suyos.

Quiso empujarlo pero su cuerpo se quedó inmóvil, le miró con total asombro y algo de enojo, ¿cómo se atrevía? ¿Acaso no apreciaba su vida? Quiso hablar pero nuevamente fue callado por la voz dulce de ese ser.

__lo siento no pude resistirme ¿hace cuanto que no los vemos?

__Kohaku... ¿Qué haces aquí?

__vaya si me recuerdas -sonrió coqueto, sosteniendo un mechón azabache entre sus dedos, Madara le amenazó con la mirada, no era momento de perder los estribos- creí que ya me habías olvidado.

__nunca olvido una cara.

Otra sonrisa de esas que quieres golpear y sacar los dientes... Sintió por primera vez en su vida un aura asesina, tan intensa, demasiado calor y más encima un maldito presentimiento. Ese castaño impertinente terminaría mal... Muy mal...

Hashirama no era de los tipos que busquen pelea, no, era más bien buscador de la paz, sonreía siempre, despreocupado, dulce, infantil, amable, cariñoso, romántico, pasional, sexy y con un simple "todo va a estar bien", todo lo estaba.

Pero cuando se enojaba...o cuando sentía celos... Era otra cosa.

No quería ni imaginar como estaría ahora. Sin duda había visto todo, pues está en la torre tras el. Oh, bueno, estaba.

Sintió un jalón repentino y un brazo posesivo apresar su cintura, su espalda golpeó con el firme pecho del moreno, que lanzó una mirada asesina y profunda a ese hombre que sonreía ladino. Madara le atribuyó coraje, nadie soporta ver a Hashirama Senju enojado... Nadie sobrevive tampoco.

__Hokage-Sama, es su aldea tan bella.

__Gracias... -escupió con veneno, algo que a Madara le sorprendía-

Miró con la boca ligeramente abierta a su moreno, sorprendido de verlo tan enojado, nunca le había visto así... Pero le gustaba, hay que admitirlo, un Hashirama Senju enojado... No es algo que se vea todos los días y, le hacía ver sexy ¡agradecido con Kami!.

Hashirama le miró con profundidad, haciéndole estremecer y temblar en sus brazos, pasó saliva con dificultad, el nunca se intimidaba, pero ahora, si que lo estaba.

Es castaño miró de reojo a ese adonis sonreír de manera cínica y con un gruñido bajo, sostuvo el mentón del azabache, pasando su pulgar por los finos labios del menor, como limpiándolos, haciendo que Madara se estremeciera aún más ante ese roce posesivo. Pronto sintió el aliento caliente del Senju en su rostro. Quiso detenerlo, no quería armar un show donde estaba involucrado. Es más, ni siquiera habían formalizado su relación ante sus clanes o la gente, Madara no quería permitirse el lujo de molestias. ¡Pero que manía con interrumpir sus planes!

Ahí estaba el castaño, reclamando su boca con frenesí y de manera tan exquisita, que el azabache no pudo resistirse. Encontrando fascinante la manera en la que Hashirama era demandante. El castaño besaba con fervor sus labios, deleitándose con los nervios del azabache y encontrando tierno la manera en cómo se estremecía bajo su beso. Reclamaba su boca, pasando su lengua por sus labios, degustando su sabor y sintiendo como el menor jadeaba apenas, mordió con delicadeza pero algo de rudeza el labio del Uchiha, haciéndole soltar otro jadeo e invadió su cavidad bucal, sin perder tiempo, para encontrarse con la lengua caliente de su amor e invitándole a una batalla en donde el resultó vencedor. Profundizó aún más aquel acto íntimo, sujetándolo firme de la cintura y sosteniendo su nuca.

Eclipse  (HashiMada) (yaoi) (tobiizu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora