Eclipse (HashiMada) (yaoi) (tobiizu)

Eclipse

Una ráfaga de viento, producida por aquel ataque sorpresa, levantó varios muros de polvo, con tal intensidad, que parecía que, en cualquier momento, serían lanzados por el azote tremendo que produjo aquella onda de impacto.

El grito desgarrador de aquellas criaturas, comenzaban a dejarlos sordos.

Pero poco a poco, fueron cesando hasta que sólo se escuchaba, el sonido del viento  soplar y llevarse los restos de polvo, que les impedía ver lo acontecido.

Madara no perdió tiempo y corrió en dirección de lo que sea que estuviera en ese lugar como amenaza.

El polvo poco a poco se disipaba, pero aún era casi imposible, observar con detenimiento que cosa sucedía.

Sacó un kunai dispuesto a herir a quien había interferido y acabar tan mordazmente con el, sin darle tiempo a explicaciones.

Pero sintió un poder amenazador y tan brutal como el que emanaba Hashirama en el modo ermitaño.

Era un calor intenso,  era abrazador, al menos para el. Parecía como si cualquier cosa que emanaba aquel calor, lo estaba sacando a patadas.

Lanzó el kunai, pero este se le regresó de inmediato, aunque no tuvo dificultad para esquivarlo, se le hizo extraño el hecho de que parecía, como si hubiera impactado con algo acorazado y dio un rebote al no poder penetrar.

Pronto el polvo se disipó, dejando ver una figura entre las sombras, que apenas y podía apreciarse.

La luz de las estrellas contrastaban unos ojos rojizos, tan afilados, parecidos a los de una enorme bestia.

Madara se quedó en su propio lugar, sin moverse y sin hablar. Aquella figura tan sólo se disipó en el espesor del bosque, sin decir nada de igual forma y sin interrumpir o dar un intento de ataque en su contra.

Ya había visto esos ojos en algún lado... Más bien, de una criatura en particular.

Se quedó ahí analizando aquel hecho confundido, pero sobre todo, con mucha tensión, a tal grado de que no se percató que su primo tenía una mano en su hombro, mirándole con preocupación y sospecha.

__le dejaste ir.

Más que pregunta, era afirmación, Sasuke le miró confundido y con sospecha, captando y sabiendo interpretar la mirada que le daba el morocho mayor. Soltó su agarre y asintió, para después irse del lugar a paso normal.

Izuna le miró interrogante, acercándose a su hermano, listo para cuestionarle, pero le fue imposible por su objetivo mismo, que caminó en dirección al castaño.

__tengo que irme -le dijo y siguió su camino retorno a su distrito-

Lo clones que sostenían la barrera se esfumaron y la barrera se desvaneció de la villa, permitiendo el acceso del morocho que estaba siendo seguido por su pequeño hermano.

...

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__hay algo que me ocultan todos... Y creo saber, que ustedes tienen algo que decirme -habló de manera firme el líder del clan-

Había convocado a una reunión, únicamente de los miembros de la familia real y a unos cuantos consejeros, que estaba seguro de que estaban al tanto de la situación que el no.

__hablen, soy su líder y cualquier cosa hecha a mis espaldas, perjudicará a quien vaya en contra del reglamento.

Su mirada era serena pero analítica, parecía que con ella, cualquier cosa frente a él no podía ocultarse y era transparente. Analizó la mirada de incertidumbre de uno de sus familiares y de  inmediato interrogó.