Las horas pasaron y él parecía estar divirtiéndose, pero lo que más me gustó de la mañana fue cuando empezó a alimentar a los cisnes del lago y él en medio de ellos. Increíble imagen que le regaló a mi vista.
—Antes hemos estado hablando de lo inapropiado, pero poca respuesta recibí de usted, señorita Lauren— volvió al tema que dejé a medias —. Y que me dice de lo apropiado, ¿qué sería para usted lo adecuado? — tomé una calada de aire y respondí con firmeza.
—Lo que no dañe a otras personas, lo apropiado sería hacer cosas con las cuales nos sintamos cómodos sin esperar expectativas altas de nadie. En resumen dejarse llevar y ser feliz.
Éste curvó sus labios y asintió mientras oía lo que decía—. Buena respuesta, señorita Lauren.
Le mostré una sonrisa triunfante y después él dejó de mirarme y eso me dio a entender que estaba dispuesto a cortar cualquier tipo de contacto e incluso el visual.
—Ha sido una mañana agradable, nos vemos pasado mañana— se despidió formalmente, pero antes de cerrar la puerta del auto su voz me detiene —. Señorita Lauren, deseo que la próxima vez me facilite su número bancario— fruncí el ceño y todo en mí se erizó, Amir al ver mi reacción aclaró la situación— para pagarle su tiempo por mostrarme la ciudad.
Entonces mi cuerpo se relajó y contesté:
—Ah...no se preocupe, tómeselo como hospitalidad de una inglesa que no tiene nada que hacer en las mañanas— le mostré mi sonrisa.
Este mojó sus labios y dejó sonar una hermosa y conquistadora carcajada.
—Gracias por su gentileza, pero insisto.
Le dediqué una mirada tan seductora que su sonrisa desapareció repentinamente de la manera que llegó. La situación se estaba volviendo difícil, y es que ni siquiera hubo un roce malintencionado y él es tan serio cuando se lo propone que corta el rollo a cualquier mujer que se le quiera acercar.
—¿Nada?, ¿no hubo nada más que conversaciones formales?—Carlos parecía sorprendido cuando le contaba al día siguiente mientras dejaba caer mi cuerpo sobre la silla de mi escritorio.
—Joder con el árabe, sí que es perfecto.
—¡Anda ya!, no hay hombres perfectos.
—Eso es lo que quieres creer para seguir manteniendo ese caparazón que creaste de escudo para no dejar entrar a nadie a ese lastimado corazón. Pero amiga, la realidad suele ser otra.
—No, Carlos, no es porque esté lastimado, sino que no es apto para nadie. No soy apropiada para ningún hombre, solo soy utilizada para sus deseos sexuales y listo. Además, nadie está hablando de mis sentimientos.
—Duquesa, eres más de lo que piensas, y no lo digo porque eres mi amiga y mi jefa, que también— se ríe— no, en serio, Lauren, no todos los hombres son como tus clientes.
Todo estaba tan calmado a mi alrededor que mi mente empezó a pesar en Amir Al Malik, en sus ojos, en sus labios y en su forma de expresar las cosas con gestos que hasta ahora me fascinan, pero luego sacudí la cabeza e intenté sacar tal recuerdo de mi mente, soy la duquesa y no me enamoro de nadie excepto de mi misma.
—Siento decirles señores, que su amigo es más reservado de lo que pensé, estoy haciendo todo lo posible por acercarme a él, pero créanme que es difícil porque no se deja ni tocar la mano.
Los hombres que me contrataron para seducir al árabe volvieron a buscarme—. Entonces no está haciendo su trabajo como es debido, duquesa.
—No me puedo lanzar sin más, ¡se espantará!
—Debe intentarlo, y si no se deja llevar por su hermosura entonces buscaremos la manera de hacerle caer.
Alcé las cejas y me dejaron desconcertada. Ellos estaban dispuestos a desafiar la ética o tal vez es solo su forma de pensar la de Amir de no tener nada fuera de las reglas de su cultura—. Bien, como dije el primer día, ustedes pagan, será como deseen.
Llegué a la conclusión de que mañana al ver a Amir tenía que lanzarme y estoy segura de que me llevaré el peor corte de mi vida, pero esa era la orden.
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Pagada para seducir al Árabe
RomanceHabía un solo propósito en esta historia, ser pagada para seducir al multimillonario Árabe y hacerle entender que no se podía ser tan perfecto.