Por muy mal que me sentía, por muy decepcionado que me dejó Lauren, no podía dejar de amarla, no podía evitar sentirme feliz porque fuera solo una pesadilla, aunque esto me haya pasado factura.
—Amir, estuve pensado que por el momento es mejor que tu padre no sepa nada del embarazo de tu esposa.
—¿Por qué, madre?
—Solo haz lo que te digo, ¿Si?
—Solo unos días, debe de saber que por muy enojado que esté conmigo, Lauren es mi esposa.
—Vaya, aquí estáis reunidos, la madre con el hijo— la voz de mi padre se hace presente.
—Salam alikom, padre.
—He visto que estabas en casa y ni te dignaste a buscarme, ¿tanto te cambio esa mujer?
—Padre, no metas a Lauren en esto. Dejemos que ese mal trago quede en el pasado y deberías alegrarte por mí, mi mujer vive y por ende mi vida recobró sentido.
—Sabes que siempre te respete, la acepte como una más de la familia, pero no voy a tolerar que pierdas tu vida con esa, no te mereces. Eres mil veces mejor que ella, Amir.
—No padre, no soy mejor que ella, no soy ni la mitad de lo que es Lauren. Tú no sabes nada, esa mujer es la persona más luchadora que he conocido en mi vida, siempre pensando en los demás experto en ella misma.
—¿Y pensó en ti cuando se hizo la muerta?
—Eso es cosa nuestra.
—Ya veo, Amir. Estás enloquecido por su belleza, pero no hay nada más.
Fui a contestarle, pero mi madre me detuvo.
—La familia está fuera, no quiero escándalos. Por favor, hijo.
Intenté tranquilizarme y me alejé de donde estaba.
—Hermano, escuche todo—Ali se acerca a mí.
—Estoy harto de su carácter.
—Padre siempre fue así, le gusta que todo vaya recto y sin desvíos.
—Pues mi vida se ha desviado, pero es mía y de nadie más, él debe entender que no necesito consejos ni lecciones de nadie.
—Tienes razón, Amir.
—En fin, a pesar de todo me siento feliz, hermano. Mi mujer volvió a mí y debería estar agradecido ¿no?
—Siempre has sido tú mismo a pesar de las adversidades y aún lo sigues siendo. No dejes que nadie manipule tu forma de pensar y menos nuestro padre. Él hizo de ti un hombre como él, exigió mucho de ti y tú no pediste nada a cambio.
—Pero contigo no pudo— nos reímos.
—No es eso, él desde siempre pensó que la empresa sería solo tuya y créeme que me libre de ese cargo.
—Suerte la tuya, hermano.
Nos reímos y Ali consiguió calmarme.
Nunca nos hacemos tan valientes hasta que nos damos cuenta de que lo hemos perdido todo y que la valentía, la sacamos con fuerza o nos la sacan los golpes de la vida.
—¿Me dejarás sola de nuevo?—dijo Lauren al ver que me marchaba después de dejarla en casa.
—Volveré en un rato.
—Amir, así no se hacen las cosas, me estás lastimando y créeme que si me llego a cansar me alejaré de ti, por mucho que te ame no soy capaz de aguantar subidas ni bajadas.
Suspire al oírla.
—¿Me amenazas con tu abandono?— Lauren cruzó los brazos — Vale, cámbiate que te espero en el auto.
—¿Iré contigo?
—Sí.
Toda emocionada se fue a cambiar de ropa mientras sonreía al verla, parecía una niña pequeña.
—No quiero que me digas que quieres irte a casa, aceptaste venir y no hay marcha atrás.
—No me asustes, ¿a dónde vamos?
—Ya lo verás.
Presione el acelerador y salimos disparados con rumbo al peligro.
—Amir, hay algo que quiero que sepas— añadió mientras conducía.
— Soy todo oídos.
—Escuche sin querer a tu padre.
Me tensé.
—No hagas caso a sus palabras, por favor.
—Escuché que le dijo a tu madre, que solo estaba contigo por dinero, que tu estatus social es lo que me retenía estar contigo y por eso quiero que sepas que no necesito tu dinero, ni tus lujos. No quiero nada de eso, excepto a ti.
—Eres parte de lo que tengo, eso estuvo claro desde que uní mi vida contigo, pero también soy consciente de que mi padre estará dudando de ti hasta que le muestres lo contrario cosa que no me interesa que le enseñes nada porque el que está casado contigo soy yo, y no le tienes que dar explicaciones a nadie.
—Pero ¿qué hay de vuestra relación?
—Por eso no te preocupes, él no dejará de ser mi padre por muy en contra que esté con él respecto a mi vida. No dejo que nadie decida por mí y menos a estas alturas de mi edad.
—Bueno tampoco eres un viejo.
—No lo soy, pero soy adulto y sé lo que quiero.
—¿Y qué quieres?
—¿Aún no lo sabes?
Ella sonrió.—Me quieres a mí— cerró los ojos en espera a que le diga que no, pero no dije nada, solo guarde silencio y disimule una leve sonrisa.
—Yo también te quiero a ti.
La miré de manera intermitente y después le pedí que siguiera contándome el porqué se hizo pasar por su hermana.
—¿Estás seguro de que quieres saber?
Asentí aunque en el fondo sabía que no me iba a gustar lo que iba a oír pero era necesario.
—Los clientes que visitaba pensaban que era Laura, y no Lauren nadie o casi nadie conocía de la existencia de que había dos iguales.
—¿Y por qué Sergio Brown si?
—Por qué él tuvo un romance con Laura y me conoció cuando estaba con ella.
—¿Entonces entre tú y él nunca hubo nada?
—No, solo fuimos amigos y me hizo el favor de llevarme con él a aquella cena, su simpatía conmigo fue debido a que yo se lo pedí aunque a veces su mente imaginaba que yo era Laura, el amor es así.
—¡Vaya!
—Los clientes se acostaban con Laura y no con Lauren, ante la sociedad Lauren está limpia mientras usaba la máscara de mi hermana. Me arrepiento de haber tomado su lugar, pero era eso o morir y créeme que nadie vendería su cuerpo por placer.
Suspire.
—En aquel accidente no solo murió Lauren sino que también la verdadera duquesa.
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Pagada para seducir al Árabe
Roman d'amourHabía un solo propósito en esta historia, ser pagada para seducir al multimillonario Árabe y hacerle entender que no se podía ser tan perfecto.