CUARENTA Y NUEVE

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Lauren

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Lauren

Una nueva oportunidad para sanar y recuperar al hombre que amo, sí, dos corazones en mi interior laten con fuerza, y ese era el milagro que necesitaba para resurgir de mis propias cenizas.

Dicen que cuando las águilas se sienten débiles se esconden en lo más alto de una montaña, se quitan las uñas, se retiran las plumas, se destruyen para regenerarse y luego volar y salir con más fuerzas, entonces comprendí que soy una de ellas, gracias a mis bebés me regeneraré y seré una nueva Lauren, una muy fuerte y valiente sin miedos y sin filtros, recuperaré a mi esposo y seremos más felices que nunca.

—Ya oíste lo que dijo el médico, tienes que comer— Amir me regaña al verme marchar a la habitación sin cenar.

—No tengo hambre, además por mucho que coma las náuseas no dejarán nada en mi estómago.

—Aun así, debes comer para alimentar a nuestros hijos.

Eso sonó tan lindo de su boca "nuestros hijos".

—¿Regresarás a nuestra habitación? — cuestioné y este se volvió serio. —Necesito tu calor, las noches son tan frías, Amir.

Amir carraspeó y caminó hasta la cocina. —Te prepararé una sopa, mientras tanto ponte cómoda.

Al no contestarme entendí que nada había cambiado, que él seguía dolido conmigo y por muy embarazada que estaba de él, seguía molesto, pero ahora todo ha cambiado, ahora todo será diferente porque lo seduciré hasta que vuelva a caer en mis brazos.

Una vez una señora de avanzada edad me dio un buen consejo que no lo supe valorar y que ahora entiendo.

Flashback

—Eres una mujer muy linda y sé que muchos hombres se enamoraran de ti, pero te daré un consejo que nadie podrá darte.

Escuché a la señora mientras esperaba el autobús para ir a la universidad.

—Nunca juegues con el corazón del hombre del que te enamores, porque un corazón partido es difícil volver a unir.

Fin del flashback

Sabias palabras de aquella anciana y llenas de verdad, mi prioridad es volver a unir ese corazón que me pertenece, mi única misión es hacerle entender a Amir que puede volver a confiar en mí y que mi amor siempre fue verdadero.

—No disimules, señor Al Malik y mírame a tu merced.

Dije al ver cómo su mirada me observaba discretamente.

—Tomate la sopa, te sentará bien.

—¿No me intoxicará? No sé, es la primera vez que te veo cocinar.

Este sonrío levemente y negó.

—Vale, confío en ti.

Al llevarme la cuchara a la boca y dejar que ese caldo inundara mi paladar, me di cuenta de que no solo era bueno en las cosas que ya sabía, sino que atesoraba de dotes culinarias y realmente me dejó nuevamente sorprendida.

—¿Está bueno? —preguntó tomando asiento en la mesa y sirviéndose a sí mismo.

—Sí, está muy rico.

—¡Buen provecho!

—Gracias.

El silencio volvió a gobernar entre nosotros y solo se escuchaba el sorbo que le dábamos a sopa.

—Ve a descansar, ya terminaré de recoger.

—No es necesario, no estoy enferma.

—Lo sé, pero no quiero que te esfuerces, no quiero que te canses.

—Amir, serás un buen padre, estoy segura de ello.

Este asintió y después se marchó a la cocina.

No es suficiente estar arrepentida y nunca lo será si no se demuestra.

—Uf... — resoplé al no poder dormir, por más que cierro los ojos, la mente sigue trabajando y pensando en todo lo que había pasado esta noche.

Me alcé de la cama y abrí la puerta de mi habitación con cuidado, bajé hasta el salón y tomé asiento en el sofá mientras pienso si debería aprovechar mi estado para sentirme mimada por mi habibi.

Así que me armé de valor y abrí sigilosamente la puerta de su recámara, su cuerpo estaba descansando sobre la cama mientras su dorso estaba expuesto.

Camine hasta él y me adentre debajo de sus sábanas.

—Que estúpida fui— musité al verlo dormir.

Inesperadamente su brazo me atrajo a él y sentí como sus labios me besaron mientras aún mantenía los ojos cerrados. — Mi Lauren.

No sabía si estaba soñando o realmente lo hacía de verdad, pero fuera como fuera me sentía en el paraíso.

Pagada para seducir al ÁrabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora